PARÍS. La lista de personalidades –políticos, empresarios, deportistas, famosos– implicadas por los «Panama Papers» crecía este martes, tras las revelaciones por medios de prensa de todo el mundo sobre evasiones fiscales y prácticas ilegales. El primer ministro islandés Sigmundur David Gunnlaugsson es quien estaba en mayores dificultades: miles de personas pidieron su dimisión después de que en los «Panama papers» se revelaran sus haberes en un paraíso fiscal.
El presidente Olafur Ragnar Grimsson acortó una estancia en Estados Unidos para regresar este martes de forma precipitada a Islandia. Esta es hasta ahora la consecuencia más clara de la investigación de más de un centenar de medios, que reveló el domingo que 140 responsables políticos o personalidades de primer plano a escala mundial habían colocado dinero en paraísos fiscales. En los papeles figuran nombres de allegados de varios jefes de Estado, como el ruso Vladimir Putin, el chino Xi Jinping, el argentino Mauricio Macri, el mexicano Enrique Peña Nieto o el rey de Marruecos Mohamed VI.
También aparecen nombres de deportistas famosos como Lionel Messi. También el primer ministro británico David Cameron se hallaba este martes bajo presión, conminado a dar cuentas sobre su fortuna familiar después de que su padre, Ian, apareciera mencionado en los «Panama Papers».
El Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por su siglas en inglés), que investiga los «Panama Papers», tiene documentos que indican que Ian Cameron dirigía un fondo de inversión en Bahamas llamado Blairmore Holding. Los beneficios de este fondo habrían eludido el fisco británico durante 30 años gracias a un complicado montaje urdido junto al gabinete de abogados panameño Mossack Fonseca, verdadero epicentro de la trama revelada.
Este martes, el diario Le Monde reveló que personas cercanas a Marine Le Pen, la presidenta del partido francés de extrema derecha Frente Nacional (FN), crearon un complejo entramado de empresas en paraísos fiscales. Según el periódico, el sistema funcionaba con empresas en Hong Kong, Singapur, las islas Vírgenes británicas y Panamá y sirvió para «sacar dinero de Francia a través de empresas pantalla con la voluntad de escapar a los servicios antiblanqueo franceses».