Hay un joven español que hace meses vengo escuchando con atención por sus acertadas rimas. Se llama Lytos y no es un rapero cualquier, de hecho, está muy lejos de ser el prototipo de urbano que vemos en las redes y televisión. Su nombre real es Carlos Vida. Inició como bailarín, pero notó que el mundo necesita más optimismo y aprendió a usar los versos.
¿Qué lo hace diferente? Bueno, sus videos son virales, no por la proliferación de armas o drogas, sino porque manda un mensaje de superación que reproducen millones de jóvenes en el mundo. Digamos que es una especie de asesor emocional del rap.
Dentro de su repertorio hay una reflexión que, sin dudas, es mi favorita. Critica la forma en que pretenden educar a los nuevos estudiantes con métodos de hace tres siglos, transmitiendo ideas añejas muchas veces sin sentido. Lean, y si pueden, escuchen.
Desde pequeño me impusieron que tenia que ir a la escuela y hacer lo que me dijeran los profesores sin rechistar, que estudiara, que tenía que sacar buenas notas y conseguir un titulo si quería ser alguien en la vida. Pero si se supone que la escuela te prepara para tu vida adulta, creo que hablo en nombre de muchos cuando digo que se olvidaron de enseñarme las cosas más importantes de la vida.
A mi nadie me enseñó a votar, pero me obligaron a aprender que antes de comer hay que rezar, no sé cómo funciona el sistema parlamentario, pero el profesor me hacía bullying por mi vestuario.
Nos incentiva la iniciativa y motivan a las mentes creativas con distinta perspectiva, haz lo que yo te digo y no lo que yo hago, crean robots idiotizados pa´ no pensar demasiado.
Nadie me enseñó cómo pagar impuestos. Ni si estos son robados inflando los presupuestos. Disculpe profesor, no he comprendido el temario, ¿Por que hay tantos políticos y tan mal servicio sanitario?
Trece años me costó entender que venimos a la escuela a aprobar y no aprender. Memorizar para olvidar en este cubículo, es ridículo, no importa si eres Einstein, si no el titulo.
Creando engranajes para ganar dinero sin enseñarte las bases de la economía primero.
Es fácil manejarnos con la cabeza bien hueca sin saber lo que aceptamos al firmar nuestra hipoteca ¿Que es un preservativo y para que se usa? Venga no digas tonterías y hazme ya esa hipotenusa.
¿Recuerdas los cuadernos estudiando hasta en verano? ¿Pero a ti te han enseñado tus derechos humanos? Sé números romanos que nunca utilizaré, pero no primeros auxilios que podrían salvar vidas. Aprendí sobre el espectro de la luz que no se ve, pero nunca a comer sano o a cultivar mi comida.
Nuestra conocida, la generación perdida, una juventud aburrida y de aspiraciones prohibidas, mentes atrevidas sometidas a ser prisioneros que su única salida es escapar al extranjero.
Nadie me enseñó como conseguir un trabajo, pero que si no destaco yo voy a ser el fracaso, te imponen la religión no importa lo que puedas sentir, me hablas de paz y me educas para competir.
Jamás me mencionaron las leyes de mi país, ni como se aprueba una ley cuando es nueva, ni si yo puedo elegir o si alguien decide por mi, pero a mi me consuela que en mi escuela aprendí latín
Si es que todo cobra sentido, cuando fabricar idiotas es el único objetivo, y mucha gente dice no, si los culpables son los padres, si no educas bien a un niño esa es la historia interminable.
Partimos de la base que la base no se sostiene, si lo que hay ahora es malo es mucho peor lo que viene.Ser feliz es un derecho. pero se nos ha olvidado, los niños quieren aprender, pero no crecer para ser esclavos.
Ojalá y los artistas locales compartieran reflexiones así, cosas que realmente aporten a la sociedad. Estoy seguro que pueden, que podemos.