Con motivo de la crisis de salud de 2020 y la brutal inflación que siguió, que sumieron la economía mundial en uno de los peores periodos económico de su historia, se temía que la Reserva Federal estadounidense cometiera los graves errores de política monetaria que condujeron a la Gran Depresión en 1930.
No hubo recesión como se llegó a pronosticar, pero tampoco fue anécdota si lo comparamos con el crecimiento económico mundial que está en el nivel más bajo en los últimos 40 años, por encarecimiento del dinero, exceso de deudas, guerras de Gaza y Ucrania, tensiones geopolíticas y en el mar Rojo de manera particular.
Para el Banco Mundial, las economías dominantes experimentan una notable caída de crecimiento, desaceleran a 2,4% en 2024, inferior al 2,7% de 2023 y 3% de 2019, principalmente por retroceso en zona euro, Europa y Asia. El freno no va a desaparecer mientras no acaben la guerra y comiencen a bajar los tipos de interés lo que no tiene fecha. Los principales bancos centrales batallan con la inflación, en Estados Unidos, con tipos entre 5.25% y 5.50% desde julio 2020, máximo en casi 23 años, la inflación cerró en 3.4% en 2023 y 3.1% en enero, alejados del rango meta de 2%, pero el PIB real aumentó 2.5%, un fuerte repunte comparado con 1.9% en 2022, por favorable comportamiento del consumo y robustez del mercado laboral, para este año el pronóstico es de 2.1%, cuatro décimas menos que en 2023.
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El crecimiento económico estadounidense es excepción entre países desarrollados, el Banco Central Europeo, que ha reducido la inflación de 9.2% a 2.9%, mantiene en 4% el tipo de interés, máximo desde comienzos de siglo, tiene el problema de que mediocre es el crecimiento en zona euro, 0.5% en 2023, con pronóstico de 0,7% para este año.
Japón, está en recesión técnica, tiene dos trimestres cerrando con números rojos. no ocupa el tercer puesto entre las mayores economías del mundo, su PIB ha estado en caída libre, ascendió a 4.2 billones de dólares en 2023, el puesto lo ocupa Alemania con 4.5 billones de dólares, que tambien anda muy mal, para la OCDE crecerá apenas 0,3% en 2024, es decir, la locomotora de Europa seguirá apagada.
También retroceden y mucho los países emergentes de América Latina y el Caribe, de 2.2% en 2023 a 1.6% en 2024, y pesar del sombrío panorama mundial y regional que dibujan las cifras, la economía dominicana apunta a un crecimiento del PIB real alrededor de 5%, con vigorosa creación de empleos, como en los últimos tres años.
Finalizó la nota señalando que el objetivo de la política fiscal y monetaria del gobierno de Luis Abinader (2024-2028) es preservar el crecimiento en torno al potencial, para ello se apoyara en lo siguiente. Uno, en la vigorosa demanda interna; dos, se tendrá como meta las exportaciones aumenten más en valor y volumen que las importaciones, para que sea positiva la aportación del comercio exterior neto al crecimiento real del PIB real; y tres, aumentando la participación del trabajo en el PIB, se lograra de manera automática preservando el ritmo de la productividad, calculada en términos de PIB por hora trabajada, que de promediar 0.48 dólares/hora en 2019 aumento a 0.61 dólares en 2023.