El país nunca ha estado tan fuerte como está en la actualidad en prevención de lavado de activos, aunque tiene posibilidades de mejora, dijo el superintendente
Un desafío que tiene el país en prevención de lavado de activos son las criptomonedas, pues a diferencia de los activos financieros tradicionales, la Superintendencia de Bancos, como autoridad competente, no tiene capacidad de rastrear esos flujos financieros.
Así lo afirmó ayer el superintendente de Bancos, Alejandro Fernández, al participar en el III Congreso Latinoamericano de Prevención de Lavado de Activos y Financiamiento del Terrorismo (COPLAFT), organizado por la Asociación de Bancos Múltiples de la República Dominicana (ABA) y la Federación Latinoamericana de Bancos (FELABAN) en el hotel Marriot Piantini.
A su juicio, otro reto es el crecimiento muy importante en materia de bancarización que ha registrado el país.
Consideró que el país nunca ha estado tan fuerte como se encuentra en la actualidad en prevención de lavado de activos, aunque tiene posibilidades de mejora.
Señaló que el congreso resaltó la importancia del uso de la tecnología para hacer mejor trabajo de la Superintendencia de Banco y del sector financiero en integridad financiera.
Las nuevas tecnologías, como la inteligencia artificial, se deben complementar con el buen juicio, el olfato y la adopción de decisiones oportunas, sostuvo.
“Las tecnologías prometen ayudarnos mucho, pero se necesita del buen juicio y la decisión de las personas para gestionar correctamente los riesgos”, dijo.
Planteó que para que el tejido productivo funcione realmente todos los componentes deben trabajar juntos y, sobre todo, mostrar fortaleza y consistencia.
En tanto, la directora de la Unidad de Análisis Financiero de la República Dominicana, Aileen Guzmán, dijo que las políticas de prevención persecución de lavado de activos cumplen con un rol clave para protección del orden económico y financiero y, sobre todo, en el desarrollo del país.
Señaló que la criminalidad organizada avanza a un ritmo más acelerado que los esfuerzos en al país para mitigar sus efectos.
La transformación digital y las nuevas tecnologías, dijo, han elevado los niveles de exposición al riesgo.
Rosanna Ruiz, presidenta del ABA, expresó que la unión regional es una pieza clave para dar respuestas ágiles y coordinadas a las nuevas complejidades que presenta la tecnología.
“El hecho de que estén aquí presentes las autoridades competentes, garantes de la prevención, persecución y sanción del lavado de activos; también los sujetos obligados, oficiales de cumplimiento, profesionales de distintas áreas radicados en el país y en el exterior, entre otros, es una muestra clara del gran compromiso de todos para el combate de estos delitos y el posicionamiento de nuestros países”, señaló.
Lidia Ureña, presidenta del Comité Latinoamericano para la Prevención del Lavado de Activos y Financiamiento del Terrorismo (COPLAFT), dijo que el lavado de activos es un flagelo que afecta directamente el desarrollo de los países.
“Según estadísticas de la Oficina de las Naciones Unidas contra las Drogas y el Crimen , cada año el lavado de activos implica entre el 2 y el 5% del PIB del mundo”, afirmó.