Aumento de demanda. China está comprando todo el carbón que le vendan
China está sufriendo las primeras consecuencias de una crisis energética que comenzó azotando a Europa y que ahora se extiende por el mundo a través de los mercados de gas, petróleo, carbón y materias primas en general.
El racionamiento de esta energía amenaza con tensionar aún más las cadenas de suministro globales y generar escasez de «todo», según advierten desde Nomura.
El nuevo foco de las tensiones del precio de la energía pasa del gas al carbón. China ha dado un giro a su política de intentar reducir las emisiones contaminantes al ordenar la vuelta al uso intensivo del carbón para paliar la falta de suministro eléctrico que sufre en varias provincias.
Los operadores chinos están comprando carbón en el mercado internacional a cualquier precio, lo que está provocando un rápido crecimiento de los mismos, y amenaza con dejar al resto de países tiritando de frío para el próximo invierno.
El carbón europeo ha subido a un máximo de 13 años y el carbón australiano se ha más que triplicado durante el último año hasta situarse también en máximos de 2008. Mientras los futuros del carbón térmico chino en la Bolsa de Productos Básicos de Zhengzhou subieron hasta un 3,6% el miércoles hasta alcanzar un récord intradía por tercera sesión consecutiva.
Actualmente se están aplicando medidas para reducir el uso de electricidad en las fábricas en 10 regiones a nivel provincial, incluidas las potencias económicas de las provincias de Jiangsu, Guangdong y Zhejiang.
Una crisis sin precedentes
Gobiernos locales
«China se enfrenta a una crisis energética sin precedentes», asegura Alicia García Herrero, una de las mayores expertas en la economía de China. Las razones son; la prisa de los gobiernos locales para cumplir con sus objetivos de emisiones; la brecha entre la oferta y la demanda de carbón, y los topes impuestos al coste de la electricidad.
China extrae la mitad del carbón del mundo, pero su propio suministro no ha podido satisfacer su vertiginosa demanda. La generación de energía térmica en el año hasta agosto es un 14% más alta que el año pasado, mientras que la producción de carbón ha aumentado un 4,4%. Por su parte, las importaciones han aumentado más del 20% desde junio.