La Alianza Cristiana Dominicana, una articulación de personas de diferentes agrupaciones, denominaciones y tradiciones cristianas, manifestó su preocupación por la decisión del Senado dominicano, y su rechazo las observaciones hechas por el presidente Danilo Medina en diciembre de 2016, para que el aborto fuera legal en tres circunstancias especiales, cuando la vida de la mujer embarazada está en peligro, cuando el embarazo es fruto de una violación o de incesto y cuando el producto del embarazo es incompatible con la vida.
El colectivo argumenta que mantener la penalización absoluta de la interrupción del embarazo, el Senado de la República condena a todas las mujeres, niñas y adolescentes pobres del país a morir en procesos de abortos ilegales e inseguros y en escenarios de injusticia, inequidad y discriminación, además de sentenciar a los médicos y médicas a romper su propio juramento al no poder realizar determinados procedimientos que pueden salvar la vida de las mujeres, adolescentes y niñas, en caso de correr con un embarazo de riesgo.
De igual manera, condenaron la injerencia de las altas instancias eclesiales quienes, con el objetivo de mantener posturas de poder dentro del Estado dominicano, han presionado de manera irracional a una clase política que se mantiene en la mediocridad que origina el ejercicio político partidista en este país. Lamentaron además que un tema que afecta directamente a las mujeres sean hombres insensibles quienes decidan sin reparar en considerar la opinión mayoritaria de las mujeres.
Agregaron en el comunicado que “es de preocupar esta recusable acción de negociar los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, en medio de una crisis de corrupción descubierta, como es el caso de las contrataciones realizadas fraudulentamente con la compañía internacional ODEBRECHT, quien era apoyada desde 2004 a 2014 por una buena parte de los gobiernos dominicanos para esos períodos”.
Recordaron que cuando existen situaciones especiales, las mujeres que corren riesgo en su integridad física y emocional, son capaces de decidir por sí mismas, no responde a los valores cristianos que se nos inculcan en todas las iglesias.