Para Francisco Enrique Cordero Pérez padecer autismo no ha sido obstáculo. El adolescente de 17 años es instructor de informática en la Fundación Dominicana de Autismo, donde enseña programas básicos de computadora, celular o tableta a otros niños y jóvenes con esta condición.
El 2 de abril es Día mundial de Concienciación del Autismo, un trastorno del desarrollo manifestado antes de los 3 años de edad y que afecta la comunicación y lenguaje, las relaciones sociales y la imaginación del niño o capacidad de juego.
“Mi experiencia es muy buena, el primer día me compliqué un poco con las computadoras y el mantenimiento, pero hoy día me acostumbré tanto que me desenvuelvo bien en el taller de informática”, cuenta Francisco.
Entró a la entidad a los cinco años y cuando habla de sus logros los expresa en la satisfacción de ayudar a otros a superarse.
Estimulación temprana. La directora de la fundación, doctora Ada Drullart, señala que la familia debe integrarse las 24 horas del día en la educación de estas personas, que con una buena terapia desde pequeños son útiles y fuente de alegría a la sociedad y no una carga.
Explica que el mundo del autismo es muy difícil y triste, por eso llama a la población a educarse sobre esta condición de manera que aprenda a tratar a este segmento tan menospreciado, igual que a otros con alguna deficiencia.
Drullart lamenta que las escuelas para autistas solo estén en la capital, por lo que exhorta al Gobierno a abrir centros en otras ciudades e incluso en campos, porque ganan los afectados y la sociedad entera.