LAUREANO MÁRQUEZ EN REPÚBLICA DOMINICANA:
Cuando intelectualidad y humor hacen puente en la búsqueda de otra Venezuela…
«Las naciones avanzan cuando construyen un consenso entre los que piensan distinto, pero que tienen la suficiente inteligencia para saber que existe un país mayor que sus aspiraciones, un país que les supera y les trasciende. Quizá ese fue el valor que propició, con el Pacto de Punto Fijo, el momento de mayor brillo de toda nuestra historia civil. Aquellos tiempos en los que se debatía un país, cuya existencia hoy ponemos en duda. «… ( *)
Laureano Márquez…
A: Orlando Menicucuci, Geo Ripley y Wilfredo Lozano, por aquella Venezuela del Cainpas, 1964. O cuando los Beatles nacían… (**)…
I /AQUEL IMPACTO DE FELICIDAD PREMATURA EN LA VENEZUELA DEL AVILA O MILLONES DE CHICAS SONREIDAS… Juro que no sé cómo iniciar. Porque se revuelve todo, lo que era y lo que luego ha sido este país, esta frase el propio elogiado en este texto (Laureano Márquez, con su agudeza y brillantez, lo entenderá)… Se dificulta hacer este recorrido y no rememorar, a pesar de la historia, la felicidad adolescente que nos corroía el alma entonces, porque la conciencia política precoz, no nos alejaba de la gozada extrema cuando la niebla del Monte Avila nos dejaba entre siluetas y carcajadas, mientras el teleférico bajaba raudo, apenas quedaba el recuerdo de un fabuloso pastel de manzanas y las hermosas chicas, que con el tiempo serían aquellas bellas venezolanas que impactarían al mundo con su belleza natural, esta percepción juvenil nada tiene que ver con el mercado de la carne posterior… Pero nos fascinaban, hervía la sangre tropical en pleno corazón de la famosa Avenida Urdaneta, cerca del Colegio Don Bosco, a cuyo busto poníamos, como travesura de ofrenda, botellas vacías del ron Cacique con calimete… Advirtiéndole siempre a los venezolanos amigos, que “Nada de decir pajita”… Que era calimete…
Agosto era entonces, en Santo Domingo , tiempo de conspiraciones y transiciones masturbatoria que no llegarían a su final. Faltaba apenas un mes para que el golpe de estado a Don Juan Bosch cumpliera un año.
Aquel viaje, insulares topográficos pero no de visión o corazón, nos marcaría para toda la vida…
La escala arquitectónica urbana, a nuestros ojos era impactante y al caer la noche mientras los autobuses tenían marcado en sus vidrios frontales nombres como “El Silencio” o “Petares”, un ligero aire fresco nos acogía. Era otra Venezuela, la que con sus defectos sociales y contradicciones políticas insurreccionales, sin embargo: nos recibía a golpe a gaitas y contentos inolvidables.
Finalmente, para ambientar mejor : Héctor Cabrera, cantaba en Radio Rumbos la canción Muñeco, balada triste, lambiscona, conmiserativa que al decir de Jardiel Poncella, en sus Greguerías: “Luego de cualquier llanto sublime, cualquiera se sopla la nariz”…
II / LAUREANO MARQUEZ, LA VENEZUELA DEL SIGLO XXI: LOS HUMORISTAS INTELECTUALES A LA CARGA Y SIN FATIGA. En Venezuela como en República Dominicana, culturas afines, pero en cierta manera habría que afirmar, sin ambages , que el venezolano tiene más sentido bufo y menos auto compasión para reírse de sí mismo. Donde si pueden coincidir los dos pueblos en su creatividad subversiva: los dos países, con recia tradición dictatorial , han sabido burlarse de sus dictadores con fiereza, tino de doble lenguaje y fina inteligencia…
El valor del humor no lo vamos a inventar ahora. Dos obras esenciales, al margen las ideas de Freud y Jung, el Quijoje de Cervantes y los textos de George Orwell marcan un camino claro entre el connubio Humor y Poder. El nazismo, con sus cánones estrictos y sus ceremoniales omnímodos, sería un material interesante para que el humor vertiese su óptica e ironía sobre la idea de un poder sacral por encima siempre de lo humano simple.
El gran dramaturgo Bertold Brecht, para no ir más lejos, en sus planteamientos escénicos insistía en que el punto de de vista contra los dictadores era “hacerlos rídiculos” colocarlos en una dimensión contraria a la grandeza pretendida.
Finalmente, bueno es recordar que si bien las dictaduras generan un tiempo de tormento y tragedias, nunca, pero nunca son eterna. Y es este principio que en el fondo sirve de mística, entre otros importantes, para que el humor cumpla su rol demoledor en la sacralidad espúrea que las dictaduras pretenden imponer al conglomerado.
Para no olvidar: en los anales de la Rusia de hoy, se extiende a los países que fueron satélites de la llamada revolución del Pacto de Varsovia, hay joyas de valor personal y humorísticos que combatieron aquella dictadura, dejando incluso mártires clandestinos descubiertos in fraganti, en actos gráficos contra el mito soviético de entonces.
Si hago todas estas consideraciones, antes de referirme a Laureano Márquez, es porque procede, por su labor en Venezuela no dista mucho de esta historia que más arriba acabamos de contar. La Venezuela de hoy tiene en el humor gráfico y de escena, su mayor opositor…
Hace mucho tiempo un brillante escritor venezolano, Aquiles Nazoa (1920-1976), sentenciaba: “El humor es una forma de hacer pensar, sin que quien piensa sepa que esta pensando”…
Para que apreciemos el ingenio de Márquez véase su autobiografía:
“Nacido el 4 de julio, como Tom Cruise, pero en 1963. Apenas con cuatro añitos, hace su primera incursión cómica parodiando a su padre por lo que recibe su primera paliza.
En otras palabras, descubre en un mismo día su vocación humorística y la represión que ella conlleva.
A los cinco años, se sabe la misa de memoria y rompe una cortina para hacer una sotana y disfrazarse de cura.
A los seis años tiene su primera novia y cuelga los hábitos.
Veinticinco años más tarde, llama la atención de otra mujer de la cual nace una hija igualita a su papá, cosa que la criatura lleva con resignación.
A los siete embarca en un barco italiano llamado Donizetti de polizón y se fuga como Marco, pero en vez de buscar a su mamá, ésta lo buscaba a él.
Lo peor es que lo encuentra y le cae a chancletazos.
Especialista en carreras inconclusas, no termina Derecho, ni Filosofía, así como tampoco Teología.
Es articulista de humor muy reconocido en su país (especialmente por los organismos de seguridad del Estado, que siguen muy de cerca su trabajo) y ha ganado en tres oportunidades el premio al mejor artículo de humor (lo cual es muy sospechoso).
Ha desarrollado su carrera humorística fundamentalmente en el teatro, en obras que han batido récord de taquilla, como La Reconstituyente, con más de seiscientas representaciones a lo largo de dos años y también en eso que llaman los gringos “stand up”.
A duras penas, concluye Ciencias Políticas en la Universidad Central de Venezuela y entonces, ya por fin encaminado en una profesión seria, la abandona y decide dedicarse al humorismo.
Trabaja en el programa de televisión Radio Rochela, el programa cómico más antiguo de la televisión mundial, como libretista y actor durante una década.
III / El humor de Laureano Márquez, es venezolano y universal, como es la inteligencia y la agudeza, donde las haya y tiene al mismo tiempo, en relación con Venezuela, aquel destello de valoración de una memoria, la mejor, que no tiene que ser necesarimente una valoración a ultranza de la llamada cuarta República, no es una nostalgia cualquiera.
La genuina raíz de su tipo de humor, de altos vuelos referenciales e intelectuales (una tradición de oficio y escritura en Venezuela) está vinculado con la certeza antropológica del ser venezolano, quien tiene claro en su intensidad lúdica, el orgullo bufo de reírse de sí mismo.
En Venezuela, los humoristas, gráficos o teatrales, son intelectuales de gran tradición y la mejor muestra es la conceptualización que algunos de ellos o algunas de ellas hacen del humor:
“El humor nos salva de vivir en una miseria absoluta del espíritu”, dice con dotes de genialidad. Verónica Gómez (@la Verónica)…
En su caso particular, Laureano Márquez es historiador, este territorio le agrega a su sátira una eficacia y contraste o efecto humorístico casi dialéctico, porque estremece al espectador y deja en solfa toda la posible conspiración oficial histórica que el Post Chavismo-Madurismo pretende difundir como doctrina a respetar…
Laureano Márquez pronto estará en República Dominicana. Será su primera presentación personal, le he visto en escena, merece la pena, porque además: en Venezuela y en el mundo: se juega la vida cada vez que sale a escena y derrocha talento a borbotones.
Lamento decirlo, al margen de que el humor tiene en cada lugar su idiosincrasia, el humor de calidad se disfruta y hace pensar, en República Dominicana, en ese sentido, estamos de luto, y su cine lo sabe (CFE).
(*): Fragmento del Editorial del Diario Tal Cual, fundado por Teodoro Petkoff, del 20 de Octubre 2019. Escrito por Laureano Márquez.
El Pacto de Puntofijo fue un acuerdo de gobernabilidad entre los partidos políticos venezolanos AD, Copei y URD, firmado el 31 de octubre de 1958 para una vida democrática pocos meses después del derrocamiento de Marcos Pérez Jiménez y antes de las elecciones de diciembre de ese mismo año.
Aquella Democracia que debió renovarse a tiempo con las nuevas generaciones, para evitar la tragedia actual de Venezuela, auspiciada por un demagogo con cierto humor y al mismo tiempo con aires tiranuelo: Hugo Chávez Frías.
(**): El Campamento Internacional de Patrullas de Boy Scout, Cainpas. Celebrado en Agosto de 1964 en el lago de Guataparo, Valencia. Venezuela. Raul Leoni acaba de llegar al poder y de Republica Dominicana, entonces , asistíó la delegación más numerosa de América Latina.
De la generación de entonces asistieron, Wilfredo Lozano, Evangelico Central, Orlando Menicucci, de Santiago, La salle , Geo Ripley del Calasanz, Luis Leonor, Beto Tibia y quien suscribe por el Grupo de San Pedro de Macorís…
Los Beatles despuntaban, nos abríamos al mundo, mientras sobre el país la Revolución de Abril, casi estaba en la puerta de la historia…
HOMENAJE A LOS GRAFICOS…
NOTA: Zapata, con sus zapatazos en el periódico el Nacional de Caracas, pionero del humor gráfico. Edu, con talento de excepción. Rayma, vive en Miami, pero sus trabajos son Venezuela, sobra talento. Edro Sanabria, espectacular. Robert Wiel, sensacional.
Alexander Almarza, le conozco menos, pero interesante.
La dictadura tiene en los humoristas gráficos un frente de acero y talento inexpugnable…