Dos meses después del ajusticiamiento de Rafael L. Trujillo, el consejero principal de Ramfis Trujillo, don Emilio Rodríguez Demorizi, rompió relaciones con el hijo del dictador. El desacuerdo se derivó de un hecho aparentemente insignificante. En una de sus habituales reuniones del jefe militar con el historiador, éste le sugirió que cambiara su actitud hacia los Estados Unidos, “porque de seguir así los norteamericanos podían invadir el país”.
Emilio comentó al comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, que había tenido informes de reuniones de Ramfis con el dirigente del Movimiento Popular Dominicano (MPD), Máximo López Molina. Inclusive, le dijo que en el entorno de la legación norteamericana se comentaba que el izquierdista estaba confinado en la casa que tenía el alto militar en Boca Chica.
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A estos comentarios, de manera molesto, Ramfis le respondió en tono alterado que si ese hecho ocurre (la invasión), él esperaba que Emilio tuviera el valor de acompañarlo en la resistencia armada. Una semana después el general le comunicó a su cuñado Luis José León Estévez, a quien le comentó lo sucedido con su consejero. “Debo admitir que me excedí”, le dijo y le pidió que fuera a ver al historiador y le diera las excusas de lugar.
Así lo hizo León Estévez, quien llamó a Emilio y lo convocó a una reunión en la base de San Isidro y le dijo: “Ramfis reaccionó de esa manera fruto de las múltiples presiones a que estaba sometido, pero que le reiteraba su amistad”. Emilio reciprocó el ofrecimiento de amistad, pero no volvió a visitar a Ramfis.
Para la ocasión se continuaban las investigaciones del asesinato de Trujillo en la base de San Isidro. Mientras en el área política había problemas que requerían atención inmediata, como era el levantamiento de las sanciones diplomáticas y económicas que pesaban sobre el país. Y para dar la impresión de que genuinamente se pensaba democratizar la nación, se encargó a Rodríguez Demorizi hacer contacto con Juan Bosch, Jimenes Grullón y a los exiliados dominicanos, y les ofreciera garantías para que sus movimientos políticos pudieran entrar a la República Dominicana para que promovieran sus ideas libertarias.
Bosch envió a Angel Miolán, Ramón Castillo y Nicolás Silfa para que establecieran el Partido Revolucionario Dominicano. Los comisionados se movilizaban bajo la protección del SIM, que proporcionaba una discreta protección a los tres.
De ahí en adelante, Emilio se retiró del ámbito político y cuando se constituyó el primer Consejo de Estado, presidido por Balaguer, fue nombrado Secretario de Educación y el gobierno provisional de Héctor García Godoy lo designó embajador en España. Ellos reanudaron su amistad en la nación europea, donde Ramfis se radicó luego de su salida violenta del país, el 18 de noviembre de 1961, hace 63 años.
Cuando supo de la llegada a España de Rodríguez Demorizi, Trujillo hijo la escribió esta carta a su antiguo consejero: “Me entero por diferentes personas que has tenido la gentileza de preguntar por mí. Me alegro sobremanera de que te encuentres ocupando esta posición, en la que tanto puedes hacer por el país. El motivo de la presente es invitarte a cenar a casa con mi esposa y conmigo, a tu mejor conveniencia”.