El parque nacional Armando Bermúdez es una de las áreas protegidas del país más antigua, reconocida por sus importantes recursos acuáticos, biológicos y paisajísticos, muy visitada por ser la ruta preferida para escalar el pico Duarte, principalmente en estos meses venideros de enero, febrero y marzo.

Es muy probable que muchos de los visitantes de este parque y los interesados por otras causas, hayan escuchado que esta área se creó mediante la Ley 4389, de 1956, información consignada en la mayoría de los datos oficiales. Esa información no corresponde enteramente a la verdad histórica y, además, acepta las distorsiones conceptuales que contiene, relacionadas con lo que es un parque nacional. Veamos.

El 16 de octubre de 1951, se promulgó la Ley del Congreso Nacional 3107 que creaba una Reserva con fines científicos y de protección de la naturaleza, denominada “Parque Nacional Armando Bermúdez”. La referida ley contenía los límites descriptivos del área, prohibiciones sobre el corte de árboles, extracción y caza de especies, excavaciones y otros trabajos que modificaran la conservación del suelo y la vegetación. Incluía también las sanciones contra los infractores.

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La creación del parque fue alentada por los trabajos pioneros de los naturalistas Juan Bautista Pérez Rancier y Canela Lázaro, y sus posteriores reconocimientos de campo y recomendaciones. Es probable que el presidente Rafael Trujillo Molina aceptara esas recomendaciones para mostrar que el país llevaba a la práctica los objetivos de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, de la que habíamos sido fundadores tres años antes, pero también para tener más control personal sobre parte de los terrenos comprendidos en el parque.

Las presiones de madereros, conuqueros y otros fue aprovechada por el régimen para promulgar una nueva Ley, la 4389 del 19 de febrero de 1956, que creaba una “reserva forestal” con el nombre de “Parque Nacional Armando Bermúdez”. Esa ley ampliaba el territorio del área original del parque nacional, pero contenía un texto ambiguo y hasta complaciente en el que la búsqueda de los objetivos de conservación y protección de los recursos se supeditaba a las disposiciones del Gobierno. El objetivo no declarado era permitir la explotación de los pinos y la ocupación de terrenos para la agricultura, lo que convertía al parque en una caricatura de área protegida.

Las aclaraciones que he hecho no menoscaban la integridad del parque nacional Armando Bermúdez, porque la Ley Sectorial sobre Áreas Protegidas, 202-04, de 2004, confirmó los atributos de ese parque acorde con su categoría de manejo. Sin embargo, considero que se debe corregir el dato histórico sobre su creación. Ese parque nacional se creó o nació en virtud de la Ley 3107 de 1951. La otra ley, promulgada en el 1956, creaba una reserva forestal que desnaturalizaba la esencia del referido parque.