Mar Marín
La Habana, 1 ago (EFE).- El nuevo escenario político que vive Cuba bajo el mando provisional de Raúl Castro, el segundo hombre de la jerarquía cubana, no ha afectado a la rutina del país, que hoy amaneció con normalidad y a la espera de noticias sobre la evolución del líder cubano.
En centros de trabajo, paradas de autobuses, parques y tiendas no se hablaba hoy de otra cosa que de la salud del presidente Fidel Castro y del nuevo escenario político del país.
Las instituciones oficiales abrieron con normalidad en La Habana, así como los establecimientos comerciales, los mercados, bancos, gasolineras y cafeterías.
En algunos centros de trabajo del Estado, la jornada comenzó con actos de reafirmación revolucionaria en los que los trabajadores refrendaron su compromiso con la revolución y con Raúl Castro, mientras se recupera el líder cubano.
La tranquilidad que reina en La Habana contrasta con las manifestaciones de júbilo que tuvieron lugar anoche en Miami, donde se concentra la mayor parte del exilio cubano en EEUU, y donde centenares de anticastristas salieron a las calles a celebrar la enfermedad de Castro.
«Por qué no va a haber normalidad aquí si no hay pasado nada. Los que se ponen nerviosos son los de Miami, aquí todos estamos tranquilos porque está Raúl, que es como si estuviera él (Fidel)», explicaba un residente en el barrio de El Vedado.
«La situación es muy dura, porque la edad no lo acompaña mucho y es lógico que el enemigo se quiera aprovechar del mal del contrario, pero que no se hagan muchas ilusiones tampoco, porque la revolución no es de un hombre solo y este pueblo está preparado para todo», advertía un chófer habanero.
Hasta las largas colas para conseguir visados en los consulados extranjeros se mantenían esta mañana como es habitual.
Decenas de personas aguardaban turno en un parque próximo a la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana (SINA), aunque preferían mantener silencio sobre la nueva situación creada en Cuba.
«Aquí nadie va a hablar de eso porque estamos todos para resolver nuestros problemas de visa y de salida», comentaba un joven que esperaba poder concluir los trámites para los que había sido convocado hoy.
«Confío en que no haya cambio en la política migratoria y que ahora la SINA no cambie los trámites, no creo que lo haga», añadía.
«Lo que deberían decir es cómo está el Comandante y qué ha pasado», reclamaba una mujer que leía con avidez en el periódico la proclama divulgada anoche que anunciaba la cesión temporal del poder de Castro en favor de su hermano Raúl.
Los medios oficiales cubanos, controlados por el Estado, se limitaron hoy a reproducir la proclama de Fidel Castro, leída anoche en la televisión local por su jefe de despacho, Carlos Valenciaga.
Varias cadenas de radio repiten insistentemente hoy la «Proclama del Comandante en Jefe al pueblo de Cuba», pero ningún medio ha ofrecido información adicional sobre la evolución del líder cubano o la posible emisión de un parte médico.
«No hay nuevas informaciones sobre las que se han facilitado hasta ahora», apuntó una fuente oficial consultada por Efe.
Por primera vez en la historia de la revolución, Fidel Castro, a punto de cumplir 80 años, delegó provisionalmente su jefatura del Consejo de Estado, de la Secretaría del Partido Comunista y de las Fuerzas Armadas en su hermano Raúl, de 75 años.
En esta tarea, Raúl estará arropado por reconocidos cuadros del buró político del Partido Comunista y del gobierno, como el vicepresidente Carlos Lage, el canciller, Felipe Pérez Roque, y el presidente del Banco de Cuba, Francisco Soberón.
El programa estelar de la televisión cubana, la «Mesa Redonda», abordará esta tarde la repercusión de la Proclama de Castro. EFE