El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, y el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, conversaron sobre la situación en Venezuela y la alternativa del diálogo como solución a la intensa crisis que sufre el país suramericano, anunció este sábado el mandatario cubano.
“Sostuve conversación con PM de Canadá, Trudeau. Enfaticé en necesidad del diálogo con el Presidente Maduro basado en el respeto a la soberanía de #Venezuela y al Derecho Internacional sin amenaza ni intervención extranjera”, escribió Díaz-Canel en su cuenta oficial de Twitter.
El presidente cubano no especificó cuándo ni cómo se produjo la conversación con Trudeau, a quien agradeció “su oposición a la Ley Helms Burton” de EE.UU, cuyo título III permite llevar ante cortes estadounidenses demandas por propiedades confiscadas en la isla tras la Revolución. Cuba, estrecho aliado del Gobierno del presidente venezolano Nicolás Maduro, reiteró su apoyo al gobernante durante un levantamiento fallido liderado el martes pasado por Juan Guaidó, reconocido como presidente encargado de Venezuela por más de 50 países y quien ordenó la liberación del opositor Leopoldo López.
Guaidó pidió a la población salir a las calles para respaldar esta iniciativa, lo cual generó la respuesta de las fuerzas leales a Maduro.
Cuba condenó esa acción, calificada por Díaz-Canel como un “intento de golpe de Estado de la derecha proimperialista, con la complicidad de Estados Unidos y gobiernos lacayos de la región». Canadá está entre las naciones que reconocen a Guaidó como mandatario encargado de Venezuela y expresaron su pleno respaldo al “proceso constitucional y popular” para recuperar la democracia en el país suramericano, durante la reunión del Grupo de Lima, celebrada ayer viernes en la capital de Perú.
Los Gobiernos de Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, Panamá, Paraguay, Perú y el de la Venezuela de Guaidó rechazaron que dicho proceso sea calificado de golpe de Estado y exigieron el respeto a la vida y la libertad de los venezolanos, así como la liberación de los que consideran “presos políticos».
Cuba y Canadá mantienen una buena relación diplomática desde hace décadas a pesar de la ocurrencia de misteriosos incidentes de salud que afectaron a diplomáticos canadienses y estadounidenses, que provocaron que las embajadas de ambos países en La Habana quedaran con el personal indispensable.
Ottawa anunció ayer viernes que no “reconocerá o aplicará» ninguna sentencia emitida bajo el Título III de la ley Helms-Burton, que comenzó a aplicarse desde el pasado 2 de mayo.
La oposición del Gobierno canadiense a esa norma estadounidense está basada “en los principios de la ley internacional y refleja nuestra objeción a la aplicación extraterritorial de leyes de otro país”, precisó la ministra de Asuntos Exteriores del país norteamericano, Chrystia Freeland, en un comunicado.