Con la llegada del Año Nuevo, muchas mujeres buscan un cambio de imagen que las haga sentir renovadas. Este deseo impulsó a numerosas personas a visitar a sus estilistas favoritas para realizarse tratamientos capilares químicos. Sin embargo, aunque experimentar un cambio puede ser emocionante, es esencial recordar que estos procedimientos requieren cuidados específicos para mantener la salud del cabello.

La carrera por una cita de belleza

A medida que el año llega a su fin, conseguir una cita en cualquier salón de belleza se convierte en un verdadero desafío, casi comparable a ganar la lotería. Si no se había reservado con antelación, realizarse un tratamiento capilar era prácticamente imposible. Entre los procedimientos más demandados durante estas fechas destacan los alisados, keratinas, cirugías capilares, Botox capilar, y decoloraciones como highlights y balayage.

¿Son seguros estos tratamientos?

Someter el cabello a tratamientos químicos no es necesariamente perjudicial, especialmente cuando el objetivo es lograr un cambio de imagen. Sin embargo, muchas personas desconocen que el cuidado posterior es crucial para prevenir daños a largo plazo en el cabello.

La estructura capilar y su cuidado posterior

Marlene Carrasco, experta en técnicas como balayage, Botox capilar, keratina y nanoplastia, y propietaria de Dominici Beauty Center, destaca la importancia de que las clientas comprendan la necesidad de un cuidado extremo tras someterse a estos procedimientos. Aunque los tratamientos químicos mejoran el aspecto del cabello, también pueden debilitar su estructura y composición.

El cabello está compuesto en un 80% por proteínas y en un 15% por humedad. Procesos como la decoloración o el alisado eliminan una parte significativa de estas proteínas y humedad, dejando el cabello frágil y opaco.

Los productos utilizados en estos tratamientos, como decolorantes y tintes permanentes, son de naturaleza alcalina. Al aplicarse, penetran en la estructura del cabello, abriendo la cutícula y alterando los enlaces que mantienen la integridad de las hebras capilares, como los de hidrógeno, disulfuro y sal. Para contrarrestar estos daños, Carrasco recomienda el uso de productos con componentes ácidos, que ayudan a restaurar los enlaces dañados, equilibrar la estructura capilar y devolverle la salud al cabello.

Conclusión

Aunque los tratamientos capilares pueden transformar por completo tu apariencia, es vital no descuidar el cuidado posterior. Si deseas mantener tu cabello saludable y lleno de vitalidad, asegúrate de proporcionarle la atención adecuada tras someterlo a procedimientos químicos.

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