Hay que tener cuidado con lo que haga o deshace la reforma del mercado laboral, es mucho mejor un empleo informal que ninguno, y tener presente que la creación de empleo es el objetivo número uno de la política pública.
Objetivos alcanzados entre octubre-diciembre 2019 e igual trimestre 2023 como lo muestran indicadores del mercado laboral construidos con cifras de la encuesta trimestral que hace el Banco Central.
De su análisis se extraen varias conclusiones, por ejemplo, no es lo mismo población en edad de trabajar (16-64 años) que población activa, la primera es un estimado de los demógrafos que entregan a técnicos del Banco Central, y estos con la muestra trimestral construyen el resultado de la población económicamente activa y otros indicadores.
La población activa aumentó en 203,956 personas, mucho menos que la población en edad de trabajar, lo hizo en 365,362 personas, aumentando, como consecuencia, la tasa de actividad, me refiero al porcentaje de la población activa que se incorporó al mercado laboral.
Para que permaneciera constante la variación de la población activa debía ser igual a la de la población en edad de trabajar, pero resulta que el volumen de desocupados abierto redujo en 32,797 personas, de 293,058 a 260,261 personas, equivalente este último a 5.1% de la población activa, 5,213,203 personas. Es decir, los desocupados abiertos redujeron mucho menos que el aumento del empleo, lo explica la población activa, aumento en 203,956 personas.
Otra manera de decirlo, a final de 2023 el 95% de los activos estuvieron ocupados y 5% desocupados abierto, los primeros aumentaron 236,753 hasta 4,952,942 personas, y los segundos redujeron en 32,797 personas.
Finalizo la nota analizando otros indicadores que demuestran el buen funcionamiento del mercado laboral. Por un lado, aunque con diferentes ritmos, intensivo en empleo fue el crecimiento de la economía, el PIB real creció 4.3% y poco menos el empleo, 1.2%, ambos como promedio anual en el periodo analizado.
Dio robustez al modelo que al multiplicarse las actividades económicas mucha gente accedió a un puesto de trabajo en todos los sectores, lo que en buena medida explica el aumento de la productividad. Un modelo económico similar siguió sociedades que hoy son avanzadas, con alta participación del trabajo informal, y la experiencia de que la reforma laboral sirvió de poco para cambiar su estructura.
Lo mejor es continuar con lo que tenemos, todavía estamos en la etapa de aumento del empleo informal, en el periodo creció dos puntos seis décimas, de 48.4% a 51%, y en igual porcentaje desacelero el empleo formal. La proporción comenzara a cambiar cuando la tasa de desocupados baja al mínimo, y en el proceso lograremos triplicar el PIB real per cápita con aumento de empleo, el objetivo del gobierno del presidente Abinader en diez años.
Y, por otro lado, la brecha que se menciona en el discurso de opositores entre remuneración del trabajo formal e informal, en realidad no existe, por hora a la semana los ocupados en empresas privadas cobraron $113.80 pesos en diciembre 2019 y $144.60 pesos en diciembre 2023, con un aumento acumulado de 27.07% y 6.77% anual.
Como estas estadísticas provienen de la encuesta que el Banco Central se hace con una muestra aleatoria, es un promedio que podría ser incluso inferior al ingreso que recibe el trabajador informal, lleva más dinero a su casa que el formal, no paga impuesto por la suma de un ingreso base más el que recibe por otros conceptos.