BAGDAD (AP) El primer ministro chií de Irak dijo el viernes que los clérigos suníes intransigentes en Arabia Saudí comparten la culpa por el derramamiento de sangre de esta semana en un festival religioso chií en Karbala porque emitieron decretos religiosos tildando de herejes a los chiíes.
Nuri al-Maliki no especificó cómo los comentarios de los clérigos suníes pudieron haber provocado las intensas batallas del martes entre milicias chiíes rivales que cobraron 51 vidas.
Pero sus declaraciones parecieron sugerir que los guardias de seguridad apostados en torno de las mezquitas del Imán Hussein y el Imán Abbas pueden haber reaccionado excesivamente, por temor a ataques masivos de extremistas suníes cuando las multitudes de peregrinos se acercaban cantando consignas antigubernamentales. Al-Maliki acusó a los fanáticos de esto.