El presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves, pidió este sábado en la Cumbre Iberoamericana una respuesta inmediata de la ONU para Haití, que permita “apagar el incendio” de inestabilidad política para luego llamar a elecciones.
“Esta Conferencia debe hacer un llamado fuerte y vigoroso a las Naciones Unidas para que se brinde respuesta inmediata a solicitudes de Haití para que ese país vuelva a tener control; para controlar la violencia que existe en un Estado fallido.
El 70 % del territorio de Puerto Príncipe está controlado por grupos criminales y eso no podemos ignorarlo”, expresó Chaves en su discurso en la cumbre.
El 7 de julio de 2021 un escuadrón fuertemente armado ingresó en la vivienda del presidente Moïse y lo asesinó a tiros, un magnicidio que desató desde entonces un periodo de violencia pandillera y fuerte inestabilidad política en el país caribeño.
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El presidente costarricense afirmó que “obviamente no podemos negociar con las tres bandas criminales” y se preguntó si en un llamado a elecciones en este momento los ganadores serían “quienes controlan las armas hoy».
“Hay que apagar el incendio antes de preguntarnos cómo vamos a reconstruir esa casa y no es posponiéndolo ni ignorándolo”, manifestó.
Chaves lamentó que “el mundo está volviendo a ver para otro lado» y calificó como injusto que se le pida a República Dominicana enviar fuerzas armadas a un país vecino como Haití. “Esto es una responsabilidad mundial y no se está atendiendo».
El pasado viernes el haitiano-chileno Rodolphe Jaar, acusado en EE.UU. de participar en el asesinato del presidente haitiano, Jovenel Moïse, ocurrido en julio de 2021, se declaró culpable de tres cargos, entre ellos varios relacionados con el apoyo logístico al comando que perpetró el magnicidio.
De acuerdo con el Miami Herald, Rodolphe Jaar, de 50 años, es un narcotraficante convicto que cooperó con EE.UU. “en una investigación importante sobre el contrabando de cocaína hace una década».
Según la Fiscalía de EE.UU., aproximadamente 20 ciudadanos colombianos y otros tantos haitianos, Jaar entre ellos, participaron en un complot para secuestrar y matar al presidente haitiano.