Uno de los aportes iconográficos de mayor vitalidad de Danilo De los Santos a las artes plásticas y visuales dominicanas, arde con asombrosa sutileza expresiva a través del maravilloso, mutante y rizomático personaje de “Marola”, sujeto femenino de remisión semiótica polivalente, atractiva e irresistible que desborda la temática medular de su obra polifásica y multidimensional, operando como “territorio” espectrológico, radicalmente identitario, profusamente evocador y fascinante…
Durante la última década, han fallecido algunos artistas nacionales de grandes trayectorias cuyos ineludibles tributos aún siguen pendientes. Sin embargo, tal como ya había advertido, la simetría, la resolución y la calidad de las acciones de respeto y admiración que ha venido recibiendo el trascendental legado estético de Danilo De los Santos (1944-2018), indican que el suyo es un caso especialmente memorable que muchos no estamos dispuestos a olvidar tan rápido.
El próximo lunes 6 de julio se cumplen dos años de su fallecimiento. Y, precisamente, en este segundo aniversario del inicio del estremecedor viaje de Danicel hacia la luz de las estrellas y los umbrales de la inmortalidad, es válido recordar algunos datos de su polifacética biografía, su legado paradigmático y su virtuosa misión cumplida como excepcional fabulador del delirio y taumaturgo de la imagen; como productivo, persistente, generoso, fraternal e impecable maestro de generaciones.
“Marola” es el personaje más obsesivo y excesivo del universo visual y la producción simbólica de Danicel, despuntando ya en sus “Negritas” (1968) y sus “Mujeres después de trajinar (1970), aunque en realidad, según sus propias y reiteradas confesiones, los orígenes de este icónico y deslumbrante personaje se remontan a su infancia, cuando se inicia en el dibujo y la confección de muñecas “Mariquitas” artesanales.
“Marola”: sujeto mágico de la seducción y la ritualidad cimarronas. Espejo ardiente y subvertido de la imaginación y la policromía. Deliciosa vorágine sígnica de la cadencia energética femenina caribeña en su escindida y fantasmática historicidad. Ramillete imagético de la memoria, la interracialidad, la plasticidad social y la emoción colectiva dominicana que, en diferentes contextos y ocasiones, el propio Danicel llegaría a definir y desarrollar como “un símbolo y un concepto”.
Tal como aprecia con admirable lucidez el escritor Máximo Vega: “Danilo creó un personaje pictórico racialmente dominicano y plásticamente santiaguero. Lo creó de forma consciente, y le puso el nombre de “Marola”. Una Marola es una mulata dominicana, negra, voluptuosa aunque otras veces muy delgada, sin cara y con unos babonucos coloridos o florecidos en la cabeza…Pero no permaneció fiel toda la vida a estas marolas, sino que quiso pintar y esculpir sobre muchas cosas que le interesaban como artista: la abstracción, la sexualidad, las figuras fálicas, las imágenes de seres primitivos que eran sólo símbolos, flechas, círculos, líneas que parecían pictografías taínas” … (1).
En el universo estético-simbólico de Danicel, “Marola” estalla como mujer; mar y ola; naturaleza; geografía; topografía, orografía; topología; mapa; paisaje; historia; semilla; árbol; rama; siembra; germinación; retoño; floración y fruto multiplicado. Rebosando un reversible itinerario productivo que traspasaría las cinco décadas, la popular, voluptuosa y volátil “Eva de los Trópicos” (A. Baeza Flores), transmigrante, metamórfica, maja y cristalina, prolifera perpetuamente transfigurada, rebelde, vanguardista y alucinatoria como “Furufa”; “Floración Marola” (1972); “Las Tres Gracias” (1972) y “Marola Trapera” (1976).
Asimismo, la celebración de la memoria y los signos culturales ancestrales, además de la intensa mirada crítica a folclor popular y las contradicciones psicohistóricas de la nacionalidad y la transnacionalidad dominicanas, resuenan como incontenible caudal de implicaciones objetivas en una serie de composiciones saturadas de símbolos, imágenes y metáforas visuales de ingeniosa y humorística capacidad remisiva, tales como “Marola Infanta sobre Cielo Amarillo” (1978); “Rostro Nacional” (1978); “Marola Belleza Caribeña” (1979); “Anuncio de la Primavera” (1979); “Marola bajo la Sombra (1982); “Marola Costa Paisaje” (1985); “Fefitona/Serie New Dominican” (1992); “Marola Olimpia” y “Chica MasterCard” (2015).
Danilo De los Santos, protagoniza el mayor aporte bibliográfico al arte dominicano moderno y contemporáneo con su magna obra editorial “Memoria de la Pintura Dominicana” (8 volúmenes), auspiciada por la Fundación León Jimenes y el Centro Cultural León Jimenes. Este aporte trascendental, no sólo significaría su mayor reto y su bautizo consagratorio como investigador, sino que también le estableció como el más prolífico y el más completo especialista de nuestras artes plásticas y visuales. En varias ocasiones, Danicel confesaría que “los cuartos” que le pagaron por los primeros 8 tomos se lo gastó en los tomos 9 y 10 (aún inéditos) y que estaba “listo con los tomos 11 y el 12” …
En síntesis
Danilo De los Santos (Danicel)
Nace en Puerto Plata, el 23 de diciembre de 1943 y fallece en Santiago de los Caballeros, el 6 de julio del 2018. Artista visual, historiador, crítico de arte, curador, gestor cultural y docente. A temprana edad, se traslada con su familia a Santiago de los Caballeros. Realizó sus estudios artísticos con los pintores Mario Grullón, Yoryi Morel y Federico Izquierdo en la Escuela de Bellas Artes de Santiago. Obtuvo una licenciatura en Educación de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (1965-1969) y una Maestría en Historia de la Universidad de Puerto Rico (1974-1976). En 1968, fue cofundador del Grupo FRIORDANO, junto a Frinette Torres, Orlando Menicucci, Daniel Enríquez, Eleonora-Nonora- Fondeur y Roberto Ceballos.
Como prueba inequívoca de la presencia de Danicel en el escenario artístico y cultural dominicano de la actualidad, vale citar la exposición-homenaje “Antología Maroliana” (Casa de Arte de Sosúa, 07/09-2018), muestra itinerante organizada por el artista y gestor cultural Ramón Peña a través del Centro Cultural Casa Colson (CCCC) en la ciudad de Puerto Plata. Actualmente, un equipo de trabajo multidisciplinario, integrado por Ramon Peña, Orlando Menicucci, Tony De los Santos, Joel López, Myrna Guerrero, Francis Michelle, Fernando Cabrera, Odalis G. Pérez, Luís Graham Castillo, Hugo. F. Suriel y Raúl Morilla, proyecta la organización el próximo año de su gran retrospectiva en una de las principales instituciones culturales del país. (1). Máximo Vega. “Adiós, Danilo De los Santos”. maximovega.blogspot.com (13.07.2018).