(4/4) A: José Francisco, más que un amigo… un hermano
Las entregas anteriores han permitido tratar algunos de los importantes aportes de Daniel Kanheman a la economía y a la psicología. En la presente, las puertas que aperturan estos aportes a la luz de la reciente disrupción que vive la IA y sus grandes avances en materia de su aplicación, específicamente, los relacionados a las máquinas inteligentes capaces de ejecutar actividades anteriormente exclusivas para el ser humano, con habilidades sorprendentes para, mediante variables y procesos preestablecidos, llevar a cabo acciones humanas que para el año 1950 Alan Turing planteaba como hipótesis: aprender, comprender el lenguaje humano e incluso, razonar; en fin, la IA es ya capaz de resolver problemas de manera sofisticada más que lo imaginado antes.
A la luz de este disruptivo progreso de la tecnología ¿podrían las máquinas con la orientación de la IA y a la luz de las teorías de Daniel Kahneman, lograr resultados certeros en la toma de decisiones económicas del ser humano?
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Hemos visto en esta serie de artículos que Kanheman explica cómo los humanos deciden a veces de forma irracional, abriendo la posibilidad de evaluar que las máquinas inteligentes pueden ser óptimas herramientas para tomar decisiones más inteligentes, más estables y menos sesgadas.
Kahneman, en búsqueda de la conexión economía-comportamiento humano explicó que las máquinas, unidas a la IA, podrían tomar decisiones más correctas que los humanos en situaciones particulares donde se le presenten gran cantidad informativa por procesar, sometimiento a presión emocional o la presencia de sesgos predeterminados; mencionó por ejemplo, el momento del aterrizaje de los aviones donde el mismo pudiera ser fruto de una mejor elección por una herramienta de IA al poder analizar toda la información en tiempo récord en comparación con un ser humano.
Se ha cuestionado sobremanera cómo se verán afectadas las cadenas de mandos y las líneas de liderazgo en instituciones diversas como resultados de la introducción de la IA a la toma de decisiones. Es preciso tomar en cuenta que para esto ser posible, se requerirá llegar a un punto donde se confíe plenamente en la IA y se logre dar respuestas a inquietudes que este tipo de situaciones traería consigo, siempre tomando en cuenta las implicaciones éticas de las mismas. Todavía queda un largo camino por recorrer en la relación conducta humana-delegación decisiones IA.
Sin embargo, los estudios de Kahneman son un punto de partida excelente para seguir desarrollando nuevas formas de hacer las cosas; gracias a las teorías desarrolladas por este importante cientista, los avances irán más allá de lo que alguna vez pensamos.
La nueva economía conductual llegó para quedarse. El conocimiento de sus principios permite a las personas conocerse, tomar mejores decisiones; el entendimiento de sus conceptos puede ser punto de partida a la excelencia en la formulación de políticas que creen bienestar común.
Adiós a Daniel Kahneman, permanencia eterna a su legado universal.