El día tan esperado llegó. El presidente de la República, Danilo Medina, habló a todos los dominicanos sobre el tema de la reelección y dejó claro que no optará por un tercer mandato consecutivo, lo que sin lugar a dudas ha producido un cambio en el escenario político de la nación.
Con su decisión, el presidente Danilo Medina se coloca en un lugar privilegiado de la historia política dominicana, pues puso en práctica el cumplimiento de su palabra, de hombre respetuoso de las leyes y la institucionalidad, y de manera muy especial, de la Constitución de la República, la cual establece la modalidad de dos períodos presidenciales y nunca más.
Mucho se ha dicho en cuanto al discurso del presidente. Particularmente, me quiero referir a tres elementos, que quizás no sean los más relevantes del mismo, pero que no dejan de ser importantes, como son; los discursos cambiantes, la continuidad de la lucha a lo interno del PLD y el ´Ni tú ni yo´.
Discursos cambiantes
Una vez terminada la alocución de Danilo Medina, no se hicieron esperar las reacciones de los diferentes sectores de la sociedad, entre ellos las opiniones de legisladores cercanos al expresidente Leonel Fernández, quienes valoraron positivamente el discurso y felicitaron al presidente por la decisión tomada.
La prudencia es una de las mejores armas de combate para cualquier político en ejercicio. Digo esto, porque, le faltó mucho de eso a quienes durante meses encabezaron una oposición férrea y desconsiderada en contra el presidente de la República, donde lo menos que se le llamó fue “pichón de dictador”. Hay que tener mucho tupé para cambiar de parecer en 15 minutos, que fue lo que tomó a esos actores políticos, tras el discurso del presidente, para pasar de una opinión a la otra.
Lucha interna del PLD
Con palabras como: “Aún con todos esos anuncios y acciones, la agresividad verbal, lejos de aminorar, se incrementó de una manera despiadada, irrespetuosa y desconsiderada”, el presidente Danilo Medina marcó la raya de Pizarro a lo interno del PLD. Asimismo, su lenguaje corporal reflejaba su descontento con ese sector minoritario, como le llamó a quienes le adversan en su partido.
Ni tú ni yo
“Confío, por tanto, en que presenciaremos una campaña limpia, basada en propuestas y centrada en llevar bienestar a nuestra gente. Una campaña que inyecte sangre nueva a nuestra vida política y esté regida por el civismo y la sana competencia”, fueron las palabras del presidente Medina, un mensaje claro y directo a su compañero de partido, Leonel Fernández, puesto que este no ha cumplido con promover esa fábrica de presidentes a la que hizo alusión años atrás. Por el contrario, con su decisión y discurso, Danilo Medina se erige como el presidente que, no solo promueve, sino que también le abre las puertas a las nuevas generaciones en la vida política de la República Dominicana.
La jugada maestra es ahora, ni tú, ni yo.