El Presidente Danilo Medina expuso ampliamente ante el país su ética de trabajo, los conceptos y sentimientos sobre la intrincada problemática nacional, motivado por el segundo aniversario de su juramentación en el alto cargo, durante un inusual almuerzo-rueda de prensa con los reporteros asignados al Palacio Nacional.
Medina fue sumamente explícito en cuestiones domésticas vitales y hasta desbrozó hechos inéditos, como detalles relativos a la presión internacional que soportó, y a la cual respondió de manera contundente, en una premeditada encerrona de Jefes de Estado parcializados claramente hacia Haití, durante la cumbre de La Habana, debido a la sentencia 168/13 del Tribunal Constitucional.
Se refirió, además, el gobernante, entre otros temas, al gasto público, a las visitas sorpresa que realiza, al endeudamiento externo, la deuda con el Banco Central, los bajos salarios y a la crisis eléctrica; de la corrupción pasada y presente, un plan regulador del transporte, se abstuvo en el caso Loma Miranda y aclaró sus ideas respecto a los reclamos de ciertos sectores que piden su eventual repostulación presidencial.
Calificó dicha campaña como “algo normal en el país”, pero garantizó que emitirá su opinión definitiva cuando llegue el momento en términos electorales, porque, según expresó, los procesos de este tipo tienen una fecha fatal. Cree que debe someterse a los plazos electorales, “y llegado el momento voy a emitir mi opinión, si es que todavía la requieren”.
Me parece que el Presidente Medina está ahora más lejos del plan reeleccionista que antes, pues modificar la Constitución toma mucho tiempo e implica intensas tratativas políticas, y si en estos dos años no se ha decidido, entonces hará lo que nunca se ha hecho: Apoyar al candidato de su partido, respetando la Carta Magna que prohíbe la reelección presidencial consecutiva.