El director del Departamento Jurídico del PLD, José Dantés, se fue de boca criticando la decisión de la JCE de rechazar la recusación contra el miembro del Pleno Rafael Vallejo Santelises, que al decir del dirigente peledeísta afecta la credibilidad del órgano electoral. Dantés lamentó que los miembros del Pleno se hayan comportado “como un club de panas, de amigos, defendiendo, protegiendo y siendo solidarios con Vallejo Santelises”, a quien el PLD recusó por haber declarado públicamente que el presidente Luis Abinader no viola la Ley Electoral 20-23 cuando inaugura obras públicas durante la campaña electoral.

Por eso sería interesante conocer la opinión del Director del Departamento Jurídico del PLD sobre la decisión del Pleno de la JCE, del club de panas, como lo llamó, de apoderar a la Unidad de atención, seguimiento y mecanismos de ejecución de las sanciones de las denuncias de los partidos de la Liberación Dominicana y Fuerza del Pueblo sobre el uso y abuso de los recursos del Estado para favorecer al oficialista PRM. Una decisión que debería estar aplaudiendo ya que, hasta donde recuerde, es la primera vez que ocurre en una democracia en la que al que tiene el poder y los recursos le está permitido todo.

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Y eso es algo que Dantés, por experiencia propia, sabe de sobra. Pero después de lo que declaró, que no es más que la continuación de los ataques del PLD a la credibilidad de la JCE, está obligado a ser coherente con la estrategia de su partido y poner en dudas los resultados de esa pesquisa, al igual que las garantías que ofreció su presidente, Román Jáquez Liranzo, de que se respetará el debido proceso durante la investigación.

Es lo que pasa cuando un jugador, antes de que termine el juego, insulta y descalifica al árbitro por una decisión que no es determinante ni decisiva para el resultado final, que siempre dependerá del desempeño de los jugadores, no de las decisiones del árbitro, la excusa favorita de los que no saben perder.