La historia nos muestra, y lo vivimos en el presente, que la violencia es el mecanismo más socorrido de buscar la solución a los conflictos, generando una cantidad indeterminada de victimas, muchas de las cuales son ajenas a dichos conflictos.
A partir de la Revolución Francesa se marcó un punto de partida en el respeto a los derechos humanos, en el reconocimiento de derechos inalienables, donde el individuo es un sujeto de derechos, lográndose la abolición de la esclavitud, la represión de la trata de blancas, medidas de salud e higiene para establecimientos industriales, el reconocimiento de un derecho aplicable en situaciones de guerra y otras muchas medidas inspiradas en la defensa de la persona humana. No obstante, se han ido desarrollando nuevas modalidades de opresión y de esclavitudes, más sutiles tal vez, pero igualmente denigrantes.
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Para alcanzar la meta de la paz se fueron creando entidades supranacionales con diversos fines, encaminadas a la defensa de los derechos individuales que han dado como resultado el establecimiento de una legalidad internacional, fuente de derechos y obligaciones, y que han sido plasmados en convenciones o tratados.
En ese orden, nos encontramos frente a dos bloquesde protección, los derechos humanos propiamente dichos, que son aplicables en todo tiempo, específicamente en tiempo de paz, y el derecho humanitario,aplicable para cuando esa paz ha sido o está siendo alterada, éste último,a donde dirigimos la atención.
Han sido las guerras las que han propiciado el surgimiento del Derecho Internacional Humanitario, (DIH), el cual constituye el cuerpo de normas internacionales de origen convencional o consuetudinario, específicamente destinado a ser aplicado en los conflictos armados, internacionales o no internacionales, y que limita, por razones humanitarias, el derecho de las partes en conflicto a elegir libremente los métodos y medios utilizados en la guerra, o que protege a las personas y a los bienes afectados, o que pueden estar siendo afectados por el conflicto, cuyopatrocinador es el Comité de la Cruz Roja Internacional (CICR).
Los organismos internacionales, dígase ONU, CICR, el Parlamento Europeo, entre otras organizaciones, no están en control de las nuevas modalidades tecnológicas de la guerra y ellas mismas están al momento en busca de soluciones a los múltiples desafíos que les presenta mantener la paz y la protección de las victimas bajo los esquemas del derecho aplicable como lo serían los Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949, y la propia Carta de las Naciones Unidas, del 26 de junio de 1945.
A partir del desarrollo de la inteligencia artificial, y dentro de ésta, la robótica, nos enfrentamos a nuevas tecnologías de guerra, y no nos hemos actualizado, para seguir regulando la guerra, lo que representa un desafío a vencer.
Este es un punto neurálgico, pues ya no nos ubicamos en la visión o estrategias empleadas en la segunda guerra mundial, sino que el esquema actual es diferente.
Ahora hablamos de aviones no tripulados (vehículos autónomos o vehículos autónomo no tripulados (UAS), tanques robots, soldadosrobots, perros robots, armas autónomas, drones, ciberataques, etc., en adición a las que ya sabemos existen, como lo son las armas nucleares y químicas.
Los UAS son lanzados cerca de las áreas de combate, pero luego son «volados» por control remoto, a través de conexiones satelitales, operados por pilotos que pueden estar a miles de kilómetros de distancia.
Es un tema muy complejo, al cual debemos ya dar la cara.Se dice que el ejercito de Estados Unidos tiene unos siete mil sistemas aéreos no tripulados.
Los robots militares más destacados los tienen Estados Unidos, China, Alemania, Rusia, Israel, Inglaterra, entre otros.
Una de las preocupaciones principales es si el sistema de armas sería capaz de distinguir en forma autónoma los objetivos militares de los bienes de carácter civil, los combatientes de los civiles y los combatientes activos de las personas fuera de combate, esto, por un lado, y por el otro, no están tampoco exentos de los ciberataques, ya que los hackers pueden actuar con objetivos criminales distintos a los originalmente previstos en su programación.
Solicitamos dar la cara sobre el uso bélico de la inteligencia artificial, pues hasta ahora no se tiene nada concreto, solo una carta de buena voluntad de los expertos en robótica e inteligencia artificial, dentro de los cuales está Elon Musk, dirigida a las Naciones Unidas, para solicitar la prohibición de la creación de robots y máquinas inteligentes para la guerra, aseguran sentirse responsables de dar la voz de alarma sobre los riesgos que entraña la creación de armas autónomas inteligentes.
Como nota al margen, el presidente de la Federación Internacional de Robótica (IFR), Milton Guerry, ha anunciado un incremento en las ventas de robots industrial en todo el mundo, alcanzando en el 2021, la cifra de 3millones de unidades, estando China a la cabeza en relación a América e Europa.
Es oportuno señalar que a mediados de enero de éste año, en una noticia publicada en su propia página web, la CICR informa haber sido víctima de un ciberataque en sus servidores que contenían datos relacionados con los servicios que presta el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, servidores que alojan datos personales pertenecientes a más de 515 000 personas de todo el mundo.
“En primer lugar, permítanme subrayar un hecho confirmado: se trató de un ataque sofisticado -un acto criminal- que alcanzó datos de índole humanitaria. Sabemos que el ataque fue selectivo porque sus autores crearon un código diseñado exclusivamente para su ejecución en los servidores del CICR atacados. Creemos que la finalidad de esta técnica fue proteger las actividades de los jáqueres contra su detección y las posteriores investigaciones forenses.” Robert Mardini, Director General CICR.
¿Qué están haciendo las organizaciones internacionales?
- La ONU ha abierto una nueva oficina, el Centro para la Inteligencia Artificial y Robótica. La iniciativa responde a la creciente preocupación mundial por el creciente papel que cobra la inteligencia artificial y la robótica en múltiples campos, cada vez más sofisticada y capaz de llegar a desempeñar tareas hasta hace poco imposibles.
- El Parlamento Europeo, a través de la Comisión de Asuntos Jurídico, ha presentado un proyecto de informe, 2015/2103(INL), de fecha 31-6-2016, de 24 páginas sin desperdicios, en la cual toca aspectos muy puntuales, referentes a la parte ética, a crear un código de conducta para los ingenieros en robótica, por ejemplo deberá garantizar que la información privada se conservará en total seguridad y solo se utilizará de forma adecuada; a crear un registro de robots, asume como fundamental la responsabilidad civil de los robots; a adoptar normas individuales para los vehículos autónomos, los robots asistenciales, los robots médicos, los robots para la rehabilitación e intervenciones en el cuerpo humano, así como los drones o sistemas de aeronave pilotada a distancia (RPAS); a que se cuente con un régimen de seguro obligatorio para los vehículos autónomos, etc.
Pero la parte más novedoso tal vez, es crear una personalidad jurídica nueva y especifica para los robots, “personas electrónicas”, “…de modo que al menos los robots autónomos más complejos puedan ser considerados personas electrónicas con derechos y obligaciones específicos, incluida la obligación de reparar los daños que puedan causar; la personalidad electrónico se aplicaría a los supuestos en que los robots puedan tomar decisiones autónomas inteligentes o interactuar con terceros de forma independiente.”
- El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR). En XXXII conferencia Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, en Ginebra, Suiza, del 8-10 de diciembre de 2015, sobre “El derecho internacional humanitario y los desafíos de los conflictos armados contemporáneos”, en dicho informe de 81 páginas, se dedica el capítulo VII, a analizar ampliamente “Los medios y métodos de la guerra”, en el cual aborda las nuevas tecnologías de guerra, en especial las que se basan en las tecnologías de la información y la robótica, las cuestiones jurídicas que surgen en el contexto del desarrollo de las capacidades militares cibernéticas y su potencial uso en los conflictos armados, así como los que se plantean en relación con la adecuación de los sistemas de armas autónomos al derecho internacional humanitario. Aquí el CICR entiende que los convenios de Ginebra aplican, y deben de cumplirse independientemente de la tecnología. No obstante reconoce que representa un desafío “muy difícil de solucionar a medida que se asigne a estas armas tareas más complejas y se las despliegue en entornos más dinámicos que hasta hoy”
- La Corte Penal Internacional, (CPI). es la primera corte penal internacional permanente del mundo. Investiga y, cuando tiene las pruebas, juzga a las personas acusadas de los crímenes más graves que preocupan a la comunidad internacional: genocidio, crímenes de guerra, crímenes de lesa humanidad y el crimen de agresión, sobre éste último, el crimen de agresión,(uso de la fuerza armada por un Estado contra la soberanía, la integridad o la independencia de otro Estado), puede ser apoderada por el Consejo de Seguridad, actuando en virtud del Capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas, independientemente de si se trata de Estados Parte o no Partes.A falta de una remisión de un acto de agresión por parte del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, el Fiscal podrá iniciar una investigación por iniciativa propia o a petición de un Estado Parte.
De cara a las violaciones de las leyes de la guerra.
Las guerras están prohibidas en la actualidad, pero independientemente, se suscitan, y se encuentran fuera de lo que es lícito en el derecho internacional. Es un derecho de excepción, de urgencia, que interviene en caso de ruptura del orden jurídico internacional, y no nos causa sorpresa escuchar los llamados “tambores de guerra”.
Las violaciones a los convenios de Ginebra, y sus Protocolos, o bien del derecho internacional humanitario tienen, en principio una vía, para el acceso a la justicia, luego de agotado los recursos internos o la imposibilidad de agotarlos, y es la Corte Penal Internacional, a cuyo tratado, conocido como el Estatuto de Roma, a la fecha lo han ratificado 123 países, dentro de los cuales no figuran ni Estados Unidos, ni China ni Rusia… ¡¿y entonces?!
Finalmente, ¿Qué proponemos?
- Mayor transparencia y empoderamiento de los organismos internacionales en todo lo referente a este tema, que enfrenten ya los desafíos por delante.
- Que ha llegado la hora de legislar sobre la inteligencia artificial, específicamente en lo concerniente a la robótica, tomando en cuenta principios éticos.
- Que se prohíba la robótica con fines armamentistas. Los ingenieros de robótica han manifestado que los robots sean usados para ayudar, no para destruir.
- Que la búsqueda de protección para lossoldados en combate, evitar las bajas, para los cuales se cuentan con los soldados robots, debe ponderarse que su capacidad destructiva es extremadamente mayor, y sus controlesde mando puede estar muy distantes del lugar del ataque, lo que amerita establecer responsabilidades frente a las innumerables posibles victimas.
- Que cada vehículo autónomo aéreo, naval o terrestre,no tripulado, deberá contar con un registro o matricula, incluyendo la empresa o Estado solicitante, y para qué fines ha sido construido.
- Qué las potencias mundiales, para el caso en cuestión, Estados Unidos, Rusia y China le den una explicación al resto del mundo sobre su conducta frente a la guerra y su compromiso con la paz, y el por qué de su no integración a la Corte Penal Internacional.
- Que República Dominicana, como estado parte de las Naciones Unidas, de los Convenios de Ginebra y de la Corte Penal Internacional, asuma el liderazgo, proponiendo y promoviendo estos temas, para el consenso global, en interés de propiciar mayores herramientas para la paz universal.