De cara a los derechos de los envejecientes y a una sociedad más inclusiva

De cara a los derechos de los envejecientes y a una sociedad más inclusiva

Mayra Guzmán De Los Santos.

La proyección de todos es tener salud y larga vida, pero no solemos detenernos a pensar en qué vejez nos estará esperando.

La respuesta puede ser sencilla si estudiamos u observamos cómo es el día a día del adulto mayor nuestro. Los años que más lento pasan son precisamente los que nos encaminan a esta estación del invierno, de la jubilación, del ocio, del tiempo libre.

El tema de la vejez es multifacético, multidisciplinario, cultural, público, privado, económico, sentimental, es inmenso. Tenemos muchas preguntas sin respuestas aún.

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Pero bien, lo primero que deseo abordar es lo relativo al rechazo,a la discriminación de“lo de viejo”. “Lo de viejo” no nos deberáni siquiera salpicar.

Ello así, y a veces con mucho esfuerzo, para mantener una apariencia o perfil fresco, atractivo, sea de manera personal, profesional o empresarial, porque “lo de viejo” le faltan méritos o credibilidad.

Tristemente le hemos hecho un culto idolátrico a la juventud, ignorando que cada edad tiene su encanto. A este desprestigio de la ancianidad se le conoce como “edadismo” o “gerontofobia”, que ha dado lugar también a lagerascofobia, que es el miedo a envejecer.  

Para muchos no ven sin ningún prejuicio que se les diga viejo, pero para otros, le resulta que tiene una connotación negativa, lo que convierte este tema en sensible.

Le rehuimos a usar incluso la palabra viejo, pensamos que es ofensiva y la hemos cambiado o alternado por: mayor, adulto mayor, anciano, tercera edad; el otoño, el atardecer, el invierno de la vida; la edad de oro, etc. Contrario a otras culturas,la vejez es un premio, un tesoro que nos regala experiencias, una fuente de sabiduría.

Dentro de las políticas orientadas a reducir la pobreza entre los ancianos,ahora se especula del interés de que dejen de ser una carga para las finanzas públicas, lo que necesariamente constituye una nueva modalidad de violencia psicológica global.

Es urgente cambiar la forma de cómo entendemos el papel de los adultos mayores en nuestra sociedad, por lo que le invitamos a todos dar la cara para un cambio favorable. Los jóvenes de ayer si hicieron algo, fue muy poco. Pero ahora debemos ir por ellos, que será ir también por nosotros mismos.

De cara a los derechos de los envejecientes

A los envejecientes se le reconocen los mismos derechos inherentes a la dignidad humana, sumados a los propios de esta condición, repasemos su marco legal.

  1. La Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Los Principios de las Naciones Unidas en favor de las personas de edad fueron adoptados por la Asamblea General de las Naciones Unidas (resolución 46/91) el 16 de diciembre de 1991.

Se exhortó a los gobiernos a que incorporasen una serie de principios en sus programas nacionales, los cuales han sido recogidos en nuestra Ley No. 352-98, sobre Protección de la Persona Envejeciente.

El 1 de octubre es el día nacional e internacional del envejeciente. La fecha fue acordada por la ONU, en el año1990, en homenaje a la memoria de la escritora mexicana Enma Godoy, (25/3/1918-30/7/1989), quien naciera un día como hoy, 25 de marzo. Esforzada activista en pro del bienestar de los ancianos, la cual se distinguió por promover la defensa de la dignificación de la vejez.

2. La Constitución de la República

El artículo 57, dispone la protección de las personas de la tercera edad. “La familia, la sociedad y el Estado concurrirán para la protección y la asistencia de las personas de la tercera edad y promoverán su integración en la vida activa y comunitaria. El Estado garantizará los servicios de la seguridad social integral y el subsidio alimentario en caso de indigencia.”

3. Ley No. 352-98, sobreprotección de la persona envejeciente en la R. D., y el Decreto de Aplicación No. 1372-04.

Le reconoce derechos a la educación, cultura, recreación; bienestar social; derecho al empleo y generación de ingresos; salud y nutrición; derecho a la vivienda; seguridad, respeto y dignidad.

Dicha Ley crea el Consejo Nacional De La Persona Envejeciente (CONAPE), entidad responsable de diseñar las políticas nacionales a favor del adulto mayor. Esta ley y su reglamento tienen como objetivo sentar las bases institucionales y establecer procedimientos de protección integral, sus derechos a una vida activa, productiva y participativa, donde se respete su dignidad, libertad, convivencia familiar y comunitaria, a la recreación, a la cultura y a la igualdad.

De conformidad con su artículo 1, “se considera persona envejeciente a toda persona mayor de sesenta y cinco años de edad, o de menos, que debido al proceso de envejecimiento, experimente cambios progresivos desde el punto de vista psicológico, biológico, social y material.

Dentro de los beneficios que otorga la Ley, previo a obtener el “carnet de exoneración” emitido por el CONAPE, con vigencia de cinco años, por disposición de los artículos 46 al 50, destacamos los siguientes, para si no lo sabía, los aproveche:

  • Un descuento del 30% en los precios que se cobren como entrada general o tarifa económica en las actividades de recreación y entretenimiento, tales como cines, teatros, deportes y espectáculos públicos.
  • Un descuento en el transporte público de acuerdo con la siguiente calificación: – Autobuses interurbanos, treinta por ciento (30%), – Carros públicos veinte por ciento (20%), a excepción de las horas comprendidas entre las 6-9 AM y 4-6 PM.
  • Un descuento del diez (10%) en las consultas médicas privadas.
  • Un descuento del quince por ciento (15%) en los servicios médicos sanitarios en hospitales y clínicas privadas.
  • Un descuento de un punto porcentual en la tasa de interés en los préstamos hipotecarios de vivienda para uso propio.
  • Exoneración total del monto que se cobre por concepto de matrícula y mensualidades en las instituciones estatales de educación.
  • Exoneración de toda clase de impuestos sucesorales a las donaciones hechas a los hogares de ancianos y a las instituciones de beneficencia y protección social que laboren con envejecientes, siempre y cuando éstas sean reconocidas por el Consejo.
  • Exoneración de todos los impuestos, al material didáctico que obtengan diversas instituciones públicas de enseñanza primaria, secundaria y universitaria para la conformación de programas educativos destinados al desarrollo intelectual del sector de la tercera edad.

4. A modo se referencia citamos leyes que les son vinculantes:

  • Ley No. 87-01, que crea el Sistema Dominicano de Seguridad Social.
  • Código Civil Dominicano, el artículo 205, que dispone que “Los hijos están obligados a alimentar a sus padres y ascendientes necesitados.”
  • La Ley No. 24-97, que introduce modificaciones al Código Penal, al Código de Procedimiento Criminal y al Código para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, en su artículo 309-2, sobre violencia intrafamiliar.
  • Ley No. 72-02, que aprueba el Código Procesal Penal, artículo 234, en el segundo párrafo del mismo se establece que no puede ordenarse prisión preventiva a una persona mayor de setenta años, y en caso de condena, no le es imponible una pena mayor de cinco años de privación de libertad. Tampoco procede ordenarla en perjuicio de mujeres embarazadas, de madres durante la lactancia o de personas afectadas por una enfermedad grave o terminal.
De cara a la no violencia contra los ancianos

Los ancianos pueden ser víctimas de abusos económicos, psíquico, físico, y hasta sexual. Son muy vulnerables, sobre todo en países como el nuestro donde la asistencia social no es muy generosa. Incluso pudiera ser violencia el hecho de internarle en un asilo o residencia de ancianos en la que no pueda contar con las atenciones, o la protección necesaria para su adaptación.

Muchos de nuestros ancianos están en condición de abandono, carentes de amor, alimentación y asistencia médica elemental, y esto así es violencia.  El porcentaje que tiene seguro médico es mucho menor, ya que requiere de una prima mayor, y lo usual es que los seguros privados no los admiten a partir de determinada edad.

Debemos educar a las familias para que amen y respeten a sus ancianos, para que no les vean como un estorbo sino como parte del ciclo vital que hay que cumplir, y que bienaventurado el que llega a acumular tantas vivencias y/o experiencias, por lo que las canas deberán ser honradas.

Demandamos de una sociedad más inclusiva con los adultos mayores. Demandamos información. Demandamos planificación con bases científicas.

Finalmente, ¿A qué aspiramos?

A tener estadísticas actualizadas en las cuales podemos informarnos sobre:

  • Edad promedio de fallecimientos de los adultos mayores en el país, y los datos segregados por provincias, municipios y distritos municipales.
  • De qué mueren nuestros adultos mayores, por rangos de edades. Cuáles enfermedades están en primer lugar, a fin efectivamente lograr hacer medicina preventiva, y ahorrar en gastos de salud pública y privada.
  • Cuántos adultos mayores viven en pobreza en el país y segregado por provincias. Las causas de la pobreza, a qué factor serían atribuibles. Por ejemplo, si fue a la falta de escolaridad, formación técnica, o asociado a los vicios.
  • Cuántos asilos tenemos en el país y segregados por provincias. Cuántos públicos y cuántos privados. Si la demanda de vivienda está suplida o cuál es su déficit.
  • Cuántos centros de capacitación y recreación de adultos mayores tenemos en el país y segregados por provincias, municipios y distritos municipales.
  • Cuántos adultos mayores están en guardando prisión, preventiva o mediante sentencia condenatoria, en total, y segregado por centros penitenciarios. Por cuáles tipos de infracciones. ¿Homicidios, robos, narcotráfico, delitos sexuales, etc.?
  • A un desglose de las inversiones, por año, para transparencia, de las inversiones ejecutadas en cumplimiento con la Ley y la Constitución.

Cuando tengamos estas respuestas podremos planificar en salud, mejor calidad de vida y lograr dignidad en nuestros envejecientes. Necesitamos políticas públicas que traspasan el discurso y se conviertan en logros palpables, para un final feliz de la existencia vital, en paz y armonía, como debe ser.