La República Dominicana desde su fundación como organización jurídica marcó una tendencia a ser un estado no laico, como evidenciamos a partir del juramento trinitario hasta nuestros días. El Juramento de la Trinitaria es una dedicación a Dios de la República Dominicana, presentada por Juan Pablo Duarte y otros ilustres patriotas, “la Santísima, augustísima e indivisible Trinidad de Dios Omnipotente”…Mientras tanto seremos reconocidos los Trinitarios con las palabras sacramentales: Dios, Patria y Libertad.”
El concepto de “Dios, Patria y Libertad”, refleja una maduración del pensamiento de Juan Pablo Duarte, impregnado de las corrientes ideológicas que propiciaron la Revolución Francesa en 1789 (siglo XVIII), y de los pensadores norteamericanos que inspiraron la Constitución de los Estados Unidos de Norteamérica de 1787, tales como Thomas Jefferson y Thomas Paine, pero sobre todo, de una persona convertida al evangelio de Jesucristo, conocedora de la Biblia.
Juan Pablo Duarte, fue testigo del régimen de libertades y de los derechos que tenían los europeos. Alemania ya tenía un reformador que impactó Europa, Martín Lutero (10 de noviembre de 1483 – 18 de febrero de 1546), y quien tradujo la Biblia del griego al alemán, propiciando un fortalecimiento de su lengua y la oportunidad de acercar o unir al pueblo, cuya versión sigue siendo muy valorada.
El concepto de libertad va más allá de una esclavitud física, imperante aún en la época. Implica también libertad de pensamiento y de expresión y difusión del pensamiento propio. Adicionalmente, y para nuestro caso en particular, implicó también libertad de la religión predominante en la cultura haitiana, que iría implementándose en éste lado de la Isla a no ser por la gesta independentista en 1844. Juan Pablo Duarte nos presenta un concepto de libertad integral, “alma, cuerpo y espíritu”, que comprende la del ciudadano mismo y la de su territorio. Nos entregó la oportunidad de un renacer con los valores esenciales, incluidos los de la fe cristiana, heredados del pueblo judío, para un desarrollo igualmente integral de la nueva República, “soberana e independiente”.
Estados laicos vs no laicos
Hoy en día la tendencia es a una apertura al abanico de la concepción tradicional de derechos a la igualdad y a la no discriminación religiosa. Se aboga por un Estado laico, fuera de toda concepción de carácter religioso en los asuntos públicos. No hay lugar desde el Estado para educar temas concernientes a la fe y mucho menos a la Palabra de Dios. El Estado debe mantenerse al margen, y en una línea neutral. En un Estado laico “tu Dios” es ya igual a cualquier otro “dios”, de cualquier nación, y deberá estar en igual jerarquía. La consigna sería: “Si mi dios no está, el tuyo tampoco”, lo que es un punto en el cual los de ésta corriente se apoyan para pretender desmontar el escudo nacional de la bandera, por ser eminentemente no laico.
Es una lucha no tan sutil, los tiempos han ido cambiando y abiertamente las naciones están propiciando Estados laicos, donde no se hable de un solo Dios, ni de otros dioses. Que cada cual tenga la “libertad” de tener su propia creencia, y ya estos asuntos concernientes a la fe, entran dentro del ámbito privado. En nuestro país asimismo tenemos grupos o asociaciones sociales propugnando por un Estado laico, enfrentando y protestando en contra del estatus actual.
Las iglesias cristianas, como poseedoras de la verdad en Jesucristo, deben sembrar en la sociedad dominicana estos valores cristianos, para que la ley como expresión cultural asimile dichos valores como propios. Esto es hacer llegar el “reino de Dios” a la tierra desde nuestra concepción de fe. En ese sentido, las iglesias evangélicas del país han hecho un trabajo loable, que en términos legislativos se ha dejado sentir, sin denostar la influencia en todos los ámbitos sociales de la Iglesia Apostólica y Romana.
Sin dudar, podemos afirmar que en el plano legislativo la República Dominicana tiene una amplia legislación no laica en favor del cristianismo como ninguna otra nación del mundo, como podremos evaluar más adelante. Pero precisamente éste es ahora su desafío, conservar que estos estamentos legales sean leyes vivas, fruto de una asimilación de esos valores, transmitidos de generación en generación, como ha sido advertido desde el principio en la Biblia en Deuteronomio 6:7 que dice: “…y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes”, refiriéndose Dios a su Palabra.
Conservar el Estado No Laico en nuestro país requiere de la unidad de la Iglesia Apostólica y Romana con las distintas denominaciones de las iglesias evangélicas, denominadas protestantes, y viceversa, salvando las diferencias existentes entre ellas, y aunando esfuerzos en lo representan sus “intereses en común”, “alianzas estratégicas”.
El Consejo Dominicano de Unidad Evangélica (CODUE), que tiene dentro de sus objetivos asesorar a lo interno, y externo, como lo sería en éste último caso al Estado, en las políticas de religión y libertad de cultos, tiene una responsabilidad histórica, como nunca antes, en fortalecer las estructuras que le conforman, en una alianza permanente con los valores de la fe, independientemente del mover político, hijo de la transitoriedad.
Revisando en su página Web, hemos advertido que como asesora deberá incluir, y aún no lo tiene, un portal “marco legal”, comprometido con nuestros avances legislativos que nos identifican como Estado no laico, a fin de dar conocer, defender, conservar, etc., los activos legales de la fe, que constituyen junto con la Biblia, (que tampoco está), parte de las armas de la defensa de dichos valores.
La fe, al igual que las lenguas (idiomas), cultura, “mueren” como los seres humanos. Si no asumimos un compromiso formal de que sea preservada, en esta generación y en las siguientes generaciones, nuestros valores de fe, de reverencia y obediencia a la Palabra de Dios, van a fallecer. Si seguimos con indiferencia estaremos dando lugar a dejar morir la fe, la cual nos arrastrará también a nosotros, y nuestros descendientes. Nos toca a nosotros, a esta generación preservar la fe en Jesucristo, en quien hemos creído y decido servir, y para el caso particular de la República Dominicana, desde nuestra fundación.
Las leyes deben ser el reflejo de los valores ciudadanos para que sea respetada. Debe contar con el consentimiento, la asimilación de una mayoría de la población. Si no se logra esta asimilación la ley sería letra muerta y pronto sería reemplazada por las corrientes que dominan el mundo.
La clave para determinar lo que queremos o no, nos la da el artículo 2 de la Constitución: “Soberanía Popular. “La soberanía reside exclusivamente en el pueblo, de quien emanan todos los poderes, los cuales ejerce por medio de sus representantes o en forma directa, en los términos que establecen esta Constitución y las leyes”.
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Los valores que prevalezcan en nuestra sociedad son los que influenciarán al preservar un Estado “No Laico” o “Laico”.
Los evangelizadores tienen más trabajo porque la tendencia es cada vez más marcada a la indiferencia religiosa, que raya en “religión”, pero con los vicios de los excesos.
- Fundamentos del Estado no laico en R. D. -Marco legal-
- La Constitución de la República.
Artículo 31.- Bandera Nacional.
Artículo 32.- Escudo Nacional. “El Escudo Nacional tiene los mismos colores de la Bandera Nacional dispuestos en igual forma. Lleva en el centro la Biblia abierta en el Evangelio de San Juan, capítulo 8, versículo 32, y encima una cruz,”.
Artículo 34.- Lema Nacional. El Lema Nacional es “Dios, Patria y Libertad”.
Artículo 37.- Derecho a la vida. “El derecho a la vida es inviolable desde la concepción hasta la muerte.”
Artículo 38.- Dignidad humana. “La dignidad del ser humano es sagrada, innata e inviolable;”
Artículo 45.- Libertad de conciencia y de cultos.
Artículo 55.- Derechos de la familia. “Se constituye por vínculos naturales o jurídicos, por la decisión libre de un hombre y una mujer de contraer matrimonio o por la voluntad responsable de conformarla.” 3) “El Estado promoverá y protegerá la organización de la familia sobre la base de la institución del matrimonio entre un hombre y una mujer”;
- Leyes nacionales:
- Ley 208-84. El Día Nacional de la Biblia fue declarado el 27 de septiembre de cada año mediante la Ley No. 208-84.
- La Ley de educación 66-97, del 10 de abril y modificada en su artículo 25, consagra en el artículo 4, que establece que la educación dominicana se fundamenta en los principios cristianos, evidenciado en el Evangelio de San Juan, que aparece en el Escudo Nacional y el lema: “Dios, Patria, Libertad”.
- La ley 44-00, del 6 de julio de 2000, que establece la lectura e instrucción bíblica en las escuelas públicas.
- La ley 331-09 establece el 31 de octubre de cada año como “Día Nacional de la Comunidad Evangélica y Protestante”. Esta conmemoración es recordando aquel inolvidable 31 de octubre del año 1517, cuando Martín Lutero clavó sus 95 tesis en la universidad de Wittenberg, Alemania, con las cuales exponía las razones existentes para que la iglesia de entonces fuera reformada.
- Ley 198-11, del 26 de julio de 2011, que regula matrimonios religiosos y sus efectos en la República Dominicana.
- El Concordato. Acuerdo internacional firmado entre la Santa Sede -Iglesia Católica- y el Estado dominicano en fecha 16 de junio de 1954, Resolución del Congreso Nacional No. 3874, de fecha 10 de julio de 1954, que dispone un Estado no laico, mas bien “confesional católico”. La Suprema Corte de Justicia en fallo de sentencia del 22 de octubre de 2008, Núm. 9, declaró el Concordato “conforme a la Constitución.”Este tema ha ido perdiendo el candor de años atrás, y es mucho lo que se ha escrito al respecto.
- De cara a la celebración del Día Nacional de la Biblia
Hoy 27 de septiembre, el país celebra el Día Nacional de la Biblia, y nos corresponde a todos los que la Biblia es manual de conducta, fortaleza en los momentos de debilidad, pero sobre todo la palabra de Dios revelada, a fin de encontrar su propósito y plan de salvación, importantizarlo.
Aspiramos a propiciar una cultura de festividad temática, que integre a todos los sectores sociales, y que el comercio se una en apoyo con significativos de descuentos. Esperamos que pronto sea declarado no laborable y que podamos expandir su celebración a las demás naciones que aún no lo contemplan, pudiendo consensuar con una fecha de celebración del día internacional de la Biblia.
La sociedad Bíblica Dominicana (SBD), así como las de países hermanos, junto con distintas congregaciones y ministerios han hecho una labor muy persistente que está dejando ver sus frutos. En nuestro país destacamos el compromiso asumido por el pastor Alvaro Vicioso Santil y legisladores de su natal San Pedro de Macorís.
La fecha escogida va en atención a que el 28 de septiembre de 1569 se terminó de imprimir la primera Biblia traducida al español por Casiodoro de Reina, conocida como la Biblia del Oso. También se sugiere que el día 30 de dicho mes, la iglesia católica celebra el Día de San Jerónimo, (347-30-9-420), quien tradujo la Biblia del hebreo al latín, la Vulgata. La Biblia de Gutemberg, en 1456, fue el primer libro impreso de la historia. Para esta primera edición se eligió la Vulgata de San Jerónimo (382-405).
Finalmente, ¿a qué aspiramos?
- A que defendamos el Estado No Laico “para” y de la República Dominicana. Lo cual constituye un legado de nuestros Padres fundadores de la República, y que hombres y mujeres de fe cristiana, de una generación a otra han aunado esfuerzos para que prevalezcan y sean parte de nuestros valores, de nuestra cultura, logrando que sean recogidos por parte de nuestra legislación, pero precisamente éste es ahora su desafío, mantener que estos estamentos legales sean leyes vivas, fruto de una asimilación, por convicción propia, del presente relevo generacional.
- Que las entidades que representan y asesoran a los concilios y ministerios afiliados, como lo es la CODUE, entre otros, tengan dentro de sus activos, que son los activos de todos, el procurar la conformación, o bien dar paso, al desarrollo del Derecho Eclesiástico Dominicano, el cual se encargará de toda la doctrina y regulación sobre la materia, actualmente dispersa, y ha de ser una herramienta indispensable para el respeto al derecho a la libertad de conciencia y de religión consagrado en la Constitución, los convenios internacionales y las leyes de protección a los derechos humanos, y de la preservación de nuestro Estado no laico, que es parte de nuestro patrimonio inmaterial y testimonio de fe, al cual no debemos “ceder” ni un centímetro, y mas bien, ir por “más”.
- A que todo el país celebre con algarabía el Día Nacional de la Biblia.
¡Feliz día de la Biblia!