En la escritura, muchos son los tropiezos que alcanzamos advertir a tiempo. Los errores de ortografía son más resaltantes y fáciles de detectar:
-/c/iento, un numeral, en lugar de /s/iento, del verbo /s/entir;
-ca/y/ó de c/a/er, en vez de ca/ll/ó, hacer silencio.
Sin embargo, los signos de puntuación nos enredan más fácilmente. Están ahí, en el texto -o no están- . Pero no nos molestan tanto como el caso de los rasgos de la ortografía, ya aludida:
-pi/é/nselo bien por favor
Pude o debí escribir, después del verbo /piense/ + el pronombre enclítico /lo/ = pi/é/n-se-lo unido al verbo, más una coma (,) antes de la frase preposicional /por favor/. Lo advertí pero no lo hice. No obstante, no se me pasó la acentuación o tilde sobre la vocal /é/ de la primera sílaba: pién-se-lo. ¿Por respeto al mandato gramatical de la reglamentación del código escrito? Si agrego el pronombre /lo/, el refuerzo espiratorio y muscular cae, aunque sobre la misma vocal, pero que esta ha pasado a ser la antepenúltima sílaba, por lo cual se convierte en término esdrújulo, con acento en la vocal /é/ de la sílaba /pién/se-lo, y se convierte en voz proparoxítona o esdrújulas, etc. Y a éstas siempre se les marca el rasguillo sobre la vocal tónica o acentuada.
Sobresdrújulas:
-préstaselo;
-entréguesemele.
El acento ortográfico va a depender del lugar donde se encuentre la elevación del tono de la voz, a partir de las palabras agudas de más de una sílaba, o las llanas, y tiene que ver, además con el lugar que ocupa la vocal tónica.
Si escribimos /piense/ no procede ningún rasgo sobre la /e/. Razón: es una voz llana, bisílaba, que termina en vocal. Si agregamos el pronombre personal complementario /lo/: piénse/lo/, con el enclítico al final del verbo, la construcción se convierte en esdrújula y a ésos, y todas las voces con acento a partir de la antepenúltima sílaba o anterior a éstas, se les pintan su virgulilla.
Hay un empleo, muy útil, que le da nombre especial a la tilde o acento ortográfico: se le denomina acento /diacrítico/. En principio, el término privilegiado no necesita el rasguillo, pero es oportuno para entender un texto.
Casos: /dé/, del verbo dar, para no confundirlo con /de/ preposición; o /él/, pronombre, para diferenciarlo de /el/, artículo:
/É/l es actor de teatro.
/E/l niño está enfermo.
La función gramatical, en estos casos, dispone marcar el acento diacrítico.
He observado, por algún tiempo, en una columna muy leída del diario Hoy que, en muy pocas ocasiones -sólo recuerdo un caso-en que el columnista ha colocado tilde sobre la única vocal del monosílabo /más/, en aquel período de observación.
Las acentuaciones en /más/, adverbio de cantidad, y en /sé/, que asumen,como diacrítico, que se acaban de explicar. Ejemplos:
/Mas/ conjunción = a pero, no se le marca.
Sé, del verbo saber: Eso ya lo sé, se le marca;
Se, pronombre complementario, no se le marca.
El columnista colocó tilde una vez sobre la única vocal del adverbio /más/. Y nunca ha usado, durante el mismo período, el vocablo /mas/, sin la virgulilla, en función de conjunción.
(En la próxima entrega se analizará la puntuación y la entonación en el nivel de la escritura).