Por Snayder Santana
En teoría, los sistemas democráticos se basan en la participación y la representación de todos los miembros de un conglomerado social. En tal sentido, la columna vertebral de cualquier sistema democrático será su forma de representación y el sistema electoral mediante el cual se elige su representación.
En nuestro país, donde se enarbolan máximas de la democracia representativa, el sistema electoral ha sufrido transformaciones profundas luego de la aprobación de las normas jurídicas que le sustentan, dígase Ley 33-18 de Partidos y Agrupaciones y Movimientos Políticos, y la Ley 15-19, Ley Orgánica de Régimen Electoral.
En el fragor de la discusión sobre las modificaciones a la anterior normativa que regía nuestro sistema electoral, entre los temas más debatidos siempre estuvo el tema del arrastre, el mismo consistía en llevar todo lo congresual en un solo nivel de elección como lista cerrada y desbloqueada, con una candidatura a la senaduría y los/las candidatos a diputados y diputadas. En aquél entonces los votos se computaban al senador, luego con el métodoD’Hondtse adjudicaban los escaños para diputados.
La solución a esa discusión fue crear un cuarto nivel de elección ya que hasta entonces nuestro sistema tenía 3 niveles de elección (presidencial, congresual y municipal). La nueva norma separaría el nivel de elección congresual en dos niveles, nivel de diputados y nivel de senador.
Esto en la práctica implica que al momento de votar en las elecciones del próximo 5 de julio, los electores recibirán 3 boletas; la de Presidente y Vicepresidente de la República, la de Senadores y la de diputados, pero… ¿se eliminó realmente el arrastre?.
Al separar el nivel congresual se elimina efectivamente el arrastre entre diputados y senadores,
no obstante, persiste una especie de arrastre horizontal entre diputados y también un arrastre del partido (la boleta) hacia los candidatos a diputados en cada circunscripción.
Veamos lo siguiente; la vigente ley Orgánica de Régimen Electoral en su artículo 266 establece la representación proporcional y en el artículo 267 establece el sistema de asignación de escaños. Ambos artículos persisten en que para la asignación de escaños a los representantes electos a la cámara de diputados se utilizará el sistema establecido en la ley 157-13 sobre Voto Preferencial.
También laLey de Régimen Electoral nos refiere a la ley sobre Voto Preferencial, y esta última en su artículo1 define al voto preferencial como:“el voto que se realiza mediante lista cerrada pero desbloqueada”, es decir, que el elector puede votar por el candidato de su preferencia dentro de una lista de candidatos de un partido. Y reafirma en el artículo 4 que la asignación de escaños para diputados se hará utilizando la metodología de proporcionalidad de d’Hondt.
El método de proporcionalidad de D’Hondt, en términos prácticos es una fórmula matemática que se utiliza como mecanismo proporcional de asignación de escaños, tomando como base la totalidad de los votos emitidos a favor de una boleta y dividiendo por la cantidad de escaños que representan una circunscripción electoral.
Por ejemplo: circunscripción 00; cantidad de escaños 4, votos emitidos 2000.
Partidos:A,B y C.
Partido A: 900 votos, Partido B: 700votos yPartido C: 400 votos.
A900450300 225
B 700 350 233 175
C400 200 133 100
En este ejemplo el primer escaño seria asignado al partido A con 900 votos, el segundo escaño al partido B con 700 votos, el tercer escaño de nuevo al partido A con 450 votos y el cuarto escaño al partido C con 400 votos.
Muchos países usan este método de asignación de escaño, en el entendido de que es poco probable que un partido obtenga la totalidad de los escaños. Sin embargo, con este método se privilegia al partido por encima de los candidatos, se acentúa el bipartidismo y se discriminan los partidos emergentes, minoritarios y marginando la posibilidad de candidaturas independientes. Podemos citar algunos ejemplos como: Argentina, Austria, Bulgaria, Chile, Croacia, España, Finlandia, Países Bajos, Paraguay, Polonia, Portugal, Venezuela, Guatemala y en la mayoría de estos predomina el bipartidismo y la poca representación de las minorías.
Una observación adicional consiste en que este método establecedos niveles de competencia en un mismo proceso electoral, es decir, tenemos la competencia entre partidos por los escaños y en lo preferencial la competencia entre candidatos, solo que esta última competencia sucede entre los candidatos de una misma boleta.
En otros términos, el voto preferencial corroe la unidad intrapartiadaria puesto que la lucha por una posición converge entre compañeros de partido y no contra el partido contrario.
Otra debilidad de este método es que; puede darse que un candidato X en una boleta no alcance una curul, aunque obtenga más cantidad de votos que otro candidato que vaya en la boleta de un partido mayoritario, debido al arrastre horizontal que se establece al contabilizar los votos totales del partido para la división de los escaños.
Aclarando lo anterior, cuando se cuentan todos los votos por partido se asignan escaños. Veamos el caso de República Dominicana; para que un partido alcance un escaño en las próximas elecciones su votación debe rondar entre el 12% y el 15% de la votación total de la circunscripción, y es probable que un partido que se quedó en 10% tenga en su boleta un candidato que obtuvo 8 mil votos no podrá ser Diputado- en tanto que- en la boleta de un partido mayoritario con 4500 o 6000 votos pase un candidato a ocupar un escaño que ya fue asignado al partido.
Por estas razones podemos afirmar que el método no expresa la voluntad del voto preferencial, sino que privilegia el voto del partido en menoscabo del voto directo a los candidatos y sus propuestas. En una circunscripción los diputados no necesariamente serán los candidatos más votados directamente, pues la metodología también implica que todos los votos que no marcaren la cara de un candidato se contabilizan al partido, estos influyen en el costo del escaño haciendo más débil el voto directo.
La profunda comprensión de esta dinámica anti-democrática implica, lanecesidad de alcanzar mayores niveles de alianza en el nivel de diputados. A mayor cantidad de partidos (listas de diputados) en una competencia, mayores posibilidades tienen los dos partidos más grandes, pues con el método D’Hondt- en general- la división se hará entredos listas en todas aquellas circunscripciones que elijan de 2 a 5 diputados, y entre 3 listas en aquellas que elijan más 6. Muy difícilmente un cuarto lugar alcance un escaño, lo que hace improbable la representación de los partidos minoritarios.
Este modelo de proporcionalidad al largo plazo disminuye la participación electoral, favorece el control del congreso en pocos partidos y deteriora la representación de las minorías, queda a la clase política y a la sociedad en su conjunto hacer una discusión seria y sincera sobre la representación y la participación de las minorías en los espacios de toma de decisiones y la democratización del modelo de asignación de escaños.