- “La sustancia”, de Coralie Fargeat, explora cómo la búsqueda de la perfección puede llevar a consecuencias estremecedoras y transformaciones inesperadas, con una narrativa de suspenso.
Después de su paso por la 77.ª edición del Festival Internacional de Cine de Cannes, se estrena en las salas argentinas La sustancia, una película dramática de terror corporal escrita, dirigida y producida por Coralie Fargeat.
Cuenta con la actuación de Demi Moore, Margaret Qualley y Dennis Quaid en los papeles principales. El tema central es la obsesión por la perfección física y las consecuencias de sucumbir a tentaciones peligrosas.
La trama se centra en Elisabeth Sparkle, interpretada por Demi Moore, una popular estrella de fitness televisivo que cae en desgracia al ser injustamente despedida por su jefe, Harvey, encarnado por Dennis Quaid. Desesperada por recuperar su juventud y estatus, Sparkle cede a la seducción de una misteriosa droga conocida como “La Sustancia”, que la transforma temporalmente en Sue (interpretada por Margaret Qualley), una versión joven y revitalizada de ella misma.
La sustancia arranca con imágenes impactantes, como un huevo frito inyectado con un líquido misterioso que se divide en dos, y una estrella del Paseo de la Fama de Hollywood dedicada a Elisabeth Sparkle, primero concurrida y luego olvidada y agrietada. Estas escenas establecen el tono de la película y ofrecen una metáfora contundente del procedimiento central de la trama.
Mientras Elisabeth y Sue viven sus respectivas vidas, la película ahonda en la lucha interna del personaje principal. Sue, que inicialmente consigue el trabajo y disfruta de su nueva vida, comienza a romper las reglas del procedimiento para mantenerse joven, causando que Elisabeth envejezca rápidamente. Este conflicto interno se transforma en un enfrentamiento físico y emocional entre las dos versiones del mismo personaje, explorando las presiones sociales y culturales alrededor de la juventud y la belleza.
El director de fotografía Benjamin Kracun colabora con Fargeat para crear una estética visualmente impactante, con colores brillantes y contrastes oscuros que refuerzan la atmósfera de pesadilla de la película. Asimismo, la banda sonora compuesta por Raffertie añade una capa de delirio y paranoia que permea toda la narrativa, acentuando la sensación de horror.
La premisa de La sustancia explora el mandato de compartir el tiempo entre dos cuerpos: una semana en el cuerpo joven y otra semana en su forma original, sin excepciones. Este equilibrio precario genera tensiones y conflictos inevitables, creando una narrativa llena de suspenso y horror. La intercalación entre las dos versiones del personaje principal ofrece una oportunidad única para destacar las habilidades actorales de Moore y Qualley, quienes en sus respectivos roles despliegan interpretaciones dinámicas y contrapuestas.
Fargeat, quien ya había demostrado su capacidad de manejo del horror en su debut Revenge, utiliza este filme para profundizar en temas de misoginia y cosificación, con una clara crítica a las prácticas de Hollywood. La actuación de Moore añade un nivel adicional de significado, dado su propio historial como una actriz que enfrentó los retos de la industria cinematográfica durante décadas.
La droga misteriosa transforma a Sparkle en su versión joven
Empleando técnicas reminiscentes de David Cronenberg y Brian De Palma, Fargeat ofrece una obra que, aunque arriesga en su ejecución, logra mantener la atención con su narrativa visceral y las actuaciones sólidas de su elenco principal. Además de su narrativa impactante, La Sustancia destaca por su capacidad de reflexionar sobre la presión que la industria del entretenimiento ejerce sobre las mujeres para someterse a procedimientos drásticos en su lucha por mantenerse visibles y empleables. Esta crítica no es casual; desde el despido de Elisabeth por considerarla “vieja” hasta su transformación en Sue, la película colma las expectativas de quienes buscan un análisis profundo sobre la industria y sus constantes exigencias superficiales.
El uso del personaje de Harvey como símbolo de los poderosos hombres misóginos de la industria es uno de los elementos más efectivos del filme. Este antagonista evoca figuras reales y contemporáneas de Hollywood, como Harvey Weinstein, sugiriendo que el abuso de poder lleva a situaciones extremas y deshumanizadoras para las mujeres en la industria del entretenimiento.
También puede leer: Fefita la Grande celebra su cumpleaños 81 compartiendo una foto de cuando tenía 20
Según su directora, La sustancia representa una fábula moderna que advierte sobre los deseos de perfección arraigados en la sociedad contemporánea, especialmente en la era de las redes sociales. La realidad distorsionada de la cultura de la belleza moderna y los estándares inalcanzables son temas centrales en la película, entregando una reflexión crítica a través del lente del horror y el drama.
Coralie Fargeat dirige La sustancia, protagonizada por Demi Moore
Elogiada por la crítica en Cannes, La sustancia ha atraído la atención no solo por la actuación formidable de sus protagonistas, sino también por la excelencia en su cinematografía y producción. Los efectos prácticos, el maquillaje y el vestuario juegan un papel esencial en la creación de una atmósfera inquietante que mantiene al espectador en vilo. Especialmente notable es la escena final, donde el impacto visual se une de manera única con la narrativa, dejando una impresión duradera en el público.
La capacidad del guion para abordar cuestiones profundas sobre la fama y los estándares de belleza, conectando rápidamente al espectador con Elisabeth Sparkle y su lucha por permanecer relevante frente a una industria que favorece la juventud. Demi Moore se muestra excepcional en su representación de una mujer desesperada por recuperar su vida, mientras que Margaret Qualley aporta frescura y vigor a su interpretación de Sue, ofreciendo un juego fascinante entre ambas facetas del personaje.
La película ya ha sido reconocida con el premio al Mejor Guion en Cannes y ha tenido una presencia notable en otros festivales internacionales, como el Festival de Cine de Toronto. La sustancia se perfila como un hito significativo tanto para los críticos como para el público amante del cine de terror y drama, no solo explora el terror físico, sino también las ansiedades culturales en torno a la relevancia y la percepción de uno mismo, en un contexto que iguala juventud y éxito. La película se estrena el 19 de septiembre en salas y después pasará a la plataforma MUBI.