¿Democracia sin partidos?

¿Democracia sin partidos?

Guillermo Caram 

La creatividad dominicana se ha esmerado ante el reciente estudio de Latinobarómetro al insinuar una posibilidad de hacer política diferente a la habitual: Democracia sin partidos.

Una vez definida, pudiera constituir otra posibilidad, en adición a la Unidad Nacional, para revertir deterioro democrático últimamente observado; evitando suicidio de nuestra democracia.

Según ese estudio, 62% de dominicanos no está satisfecho con la democracia, 74% no lo está con los partidos. No apoyan Gobierno militar.

44% considera que puede haber democracia sin partidos.

Estos resultados deberían provocar que los partidos que conforman el actual sistema, especialmente PRM y FP, rediseñen su accionar.

Puede leer: Gobierno de Unidad Nacional

Las disposiciones consignadas en nuestra constitución a los partidos (Art.216.3) marcan el camino: “Servir al interés nacional, al bienestar colectivo y al desarrollo integral de la sociedad dominicana”.

De lo contrario perecerán como perecieron los que conformaron el sistema precedente: PRD, PRSC, etc.

La ley que rige a los partidos (33-18) precisan su accionar.

El Art. 10 consagra como propósitos esenciales de los partidos: “declaración de principios, políticas y programas de conducción del Estado…contribuir a la formación de ciudadanos. Art.11 precisa contribución a “educación cívica, manejo de funciones públicas y ética”. Art.13 menciona “Defender…democracia…soberanía…independencia…derechos humanos…paz”

Se les prohíbe (art.25) alterar orden público, usar en provecho propio patrimonio público, utilizar mecanismos que denigren condición humana (como subsidios y comprar opositores). Art. 44 regula el pintado y medios de publicidad que afecte la estética urbana y el medio ambiente, así como la difusión de mensajes que empañen imagen de opositores.

Y como el transfuguismo-postulación por un partido después de haber perdido en otro-está prohibido; por extensión debería regularse el “pre-transfugismo”: paso de dirigentes de un partido a otro.

¿Cumplen los partidos estos predicamentos? ¡Evidentemente no!

El incumplimiento de la Constitución y las leyes por parte de los partidos, y de la JCE para hacerlos cumplir, justifican creatividad ciudadana de insinuar democracia sin partidos

Porque así cumplirían el deber ciudadano impuesto en nuestra constitución: “Velar por el fortalecimiento y la calidad de la democracia” (art 75.12).