Su película favorita es la última entrega del Batman de Christopher Nolan y, si pudiera elegir, sería presidente por un día: Al Horford no es Christian Bale ni Donald Trump pero el dominicano se ha erigido como el superhéroe de la Casa Blanca de Boston en estos playoffs de la NBA.
«Es simplemente genial. Futuro miembro del Salón de la Fama«, lo definió su compañero, el base Terry Rozier, después de que el originario de Puerto Plata (norte) fuera decisivo el sábado en la victoria 101-98 de los «Verdes» ante los Philadelphia 76ers en el tercer encuentro de las semifinales de la Conferencia Este.
La serie, finiquitada 4-1 en favor de Boston el miércoles tras otro triunfo local por 114-112, contó como protagonista destacado al poste dominicano, que cerró el quinto partido con otros 15 puntos, ocho rebotes y tres asistencias.
Tras su exhibición en el tercer juego, los aficionados célticos incluso piratearon durante unas horas su página de Wikipedia, en la que podía leerse: «Actual propietario de los Philadelphia 76ers».
El sábado, el quisqueyano dio muestras de ser un jugador tan completo como decisivo: anotó primero a falta de cinco segundos para el final para poner el 99-98 a favor de los suyos y, a continuación, robó la pelota, sufrió una falta y anotó los dos tiros libres que decantaron la serie 3-0 en favor de Boston.
«Nos da estabilidad, no hay duda. Cuando las cosas van mal, todos miran a Al, incluidos los entrenadores. Nos quedamos mirando a Al y esperamos a que diga algo y cuando lo dice todos respiramos más tranquilos. Es increíble», comentó su entrenador, Brad Stevens.
Ante las ausencias por lesión de sus dos mejores jugadores, Kyrie Irving y Gordon Hayward, Horford dio un paso al frente definitivo en los playoffs, que han llevado de forma sorprendente a su equipo hasta la final de la Conferencia Este contra Cleveland.
Rodeado de un conjunto de jóvenes promesas, el dominicano de 31 años está firmando la mejor postemporada de su carrera con promedios de 17.9 puntos y 59.3% de acierto en el tiro, 8.6 rebotes y 3.4 asistencias. Horford mejora en cinco tantos su media durante la campaña (12.9).
«El equipo tiene mucho potencial y lo estamos demostrando. Como uno de los líderes, trato de ser ejemplo dentro y fuera de la cancha», aseguró hace unos días.
Las estadísticas hablan por sí mismas: en el primer encuentro de la serie, el quisqueyano firmó 26 puntos luego de haber sido clave también en la ronda previa, en la que los Celtics se impusieron 4-3 a los Milwaukee Bucks del griego Giannis Antetokounmpo.
Ping pong y plátano dulce
Horford, de 2.08 m, es el paradigma del hombre interior moderno que puede alternar las posiciones de 4 y 5, marca diferencias defensivamente, puede defender a jugadores exteriores y es una amenaza por dentro y por fuera.
Cinco veces All-Star, la más reciente de ellas este año, el dominicano fue elegido en el tercer mejor quinteto en 2011 luego de ser el número 3 del draft de 2007, solo por detrás de Greg Oden y Kevin Durant, y por delante de otras estrellas de la liga como el español Marc Gasol (48) o Mike Conley (4).
Hijo de Alfredo «Tito» Horford, que también jugó tres años en la NBA, y casado con la Miss Universo en 2003, Amelia Vega, Al desempeñó toda su carrera en los Atlanta Hawks antes de hacer las maletas rumbo a Boston en el verano boreal de 2016, firmando un contrato que esta campaña le reportó casi 28 millones de dólares.
Pero él es un hombre de gustos sencillos: se declara aficionado de todos los estilos de música y un gran jugador de tenis de mesa, su madre es la persona a la que más admira, le encanta el arroz blanco con frijoles, la carne, el pollo y el plátano dulce, y su actor favorito es Denzel Washington.
Como basquetbolista, la frase que mejor le define la pronunció el icónico Alfred en «El Caballero Oscuro«: «él puede tomar la decisión que nadie más puede, la decisión correcta».