La homofobia tiene mayor fuerza en la población adulta
En el estudio de prácticas de crianza que realizamos para PLAN RD (2020) en tres provincias (Gran Santo Domingo, Elías Piña y La Altagracia) se preguntó a la población adulta y adolescentes sobre si entendía que las personas homosexuales, lesbianas y transexuales tienen derechos que deben ser respetados.
La mayoría (82% en ambos casos) señaló que la población LGTBI tiene derechos y solo un 18% lo negó. Mostrándose así una alta aceptación de que son sujetos de derechos en residentes de comunidades rurales y urbano-marginales.
Al profundizar con preguntas abiertas desde grupos focales sobre el tema encontramos distintos matices en el abordaje de los derechos que oscilan desde el rechazo a la aceptación. Con elementos como los siguientes:
• Discriminación hacia la población LGTBI sustentada en concepciones religiosas. “La homosexualidad, es mal hecho, si Dios le dio la oportunidad a usted para ser hombre, no puede ser mujer
• Consideraciones de que la homosexualidad genera confusión y provoca agresión con justificaciones del “bullying” y acoso hacia personas LGTBI.
• Prohibiciones a hijos e hijas de juntarse con adolescentes LGTBI. “Yo no lo dejo juntarse con muchachos raros. Si lo dejo se va a meter en eso”.
• Reconocimiento de agresiones físicas hacia hijos e hijas con orientaciones sexuales diversas.
“Mientras viva en mi casa le doy un tablazo que se doble o se endereza”.
• Uso de la violencia hacia niños se entiende que evita posibles inclinaciones hacia la homosexualidad.
• Cuestionamiento de la población infantil y adolescente hacia padres y madres sobre el matrimonio igualitario cuenta con respuestas agresivas y tabúes.
• Mayor tolerancia hacia la población LGBTI si fueran sus hijos e hijas o parte de la familia y con explicaciones religiosas: “a cada quien lo que Dios le dio”
• Reconocimiento de derechos en población LGBTI”. Tienen derecho a hacer lo que quieran con su cuerpo”
• Aceptación de que hijos e hijas tengan amistades con orientaciones sexuales diversas. “Es algo que te digo que si tienen amigos así no tiene inconveniente”.
El abordaje de la realidad de la población LGTBI y sus derechos tiene una fuerte polarización en la población entrevistada. La homofobia tiene mayor fuerza en la población adulta, no así en adolescentes. Aun así, existen brechas de tolerancia y apertura hacia los derechos LGTBI posibilidad de tener casos cercanos en la familia o de hijos e hijas.
Reconocer derechos a la población LGTBI es cumplir con lo establecido en nuestra Constitución. Se necesita una ley que garantice sus derechos y de otros grupos poblacionales que sufren discriminación y exclusión con sanciones hacia estas prácticas y así ejercer la democracia que nos define como nación.