Mientras China dice que el globo era de uso civil y acusa a EU de sobreactuar, el gobierno de Biden defiende su actuación
Estados Unidos y China afrontan una de las crisis diplomáticas más graves de los últimos meses, después de que un globo chino, derribado este sábado, haya sobrevolado durante días el país norteamericano, una situación que tensa al máximo la relación entre las dos potencias.
Mientras China sigue defendiendo que el globo era un artefacto de uso civil y acusa a EE.UU. de sobreactuar, el Gobierno de Joe Biden sigue defendiendo su actuación, mientras crecen las voces críticas que le reclaman que se tenía que haber reaccionado antes. Tras la frenética jornada del sábado, con tres aeropuertos cerrados, varios aviones militares sobrevolando las costas de Carolina del Sur y un misil explotando finalmente el globo, este domingo la pregunta que lanzan los críticos al Gobierno de Biden -quien este martes ofrece su segundo discurso sobre el Estado de la Unión ante el Congreso- es- ¿por qué esperaron tanto para derribarlo?
Buscar restos en el mar
Varios buques de la Marina y de la Guardia Costera de EE.UU. se encuentran en el área donde se hundió el “globo espía” chino, derribado el sábado por Estados Unidos, realizando tareas de búsqueda de los restos del aparato.
Altos funcionarios militares confirmaron a la prensa estadounidense que el globo cayó a una profundidad de unos 47 pies (unos 14 metros) por lo que las tareas de rescate no serán tan complicadas, aunque buzos de la Marina están también en la zona para buscar en el agua las posibles piezas.
También hay “embarcaciones no tripuladas que pueden bajar para recuperar la estructura y volver a levantarla en el barco de recuperación”, explicó un funcionario a la CNN, quien explicó que recuperar los restos del globo tomará “un tiempo relativamente corto». Según recordó este domingo en una entrevista con esta cadena el secretario de Transporte, Pete Buttigieg, el perímetro en el que se buscan los restos del globo -que tenía el tamaño de unos tres autobuses escolares- tiene siete millas de largo (11,2 km).
El New York Times precisa, citando a funcionarios de defensa, que la operación comenzó poco después de que los restos del globo cayeran al agua.
Todo ello después de que el sábado el globo fuera derribado “con éxito” con un misil lanzado desde un avión de combate, frente a la costa de Carolina del Sur (este del país), informó el departamento de Defensa. Desde entonces se puso en marcha una operación para recuperar los restos caídos al mar y conocer los mayores detalles posibles de una misión con la que Pekín buscaba “vigilar sitios estratégicos”, entre ellos lugares “militares sensibles”, asegura Washington.
Según un funcionario de alto rango del Departamento de Defensa, la decisión de esperar unos días para derribarlo en el mar, además de ser necesaria para proteger a los ciudadanos que habitan la zona, “fue beneficiosa” para conocer más datos sobre el aparato y sus objetivos.