El 2023 está terminando, y dejará a República Dominicana inmersa en una complejidad económica y social, con enormes retos a enfrentar en 2024. Este panorama obliga a pensar en los desafíos que están a la vuelta de la esquina; los cuales, abarcan áreas clave como la economía, la salud, la educación, el desarrollo institucional, la seguridad ciudadana, el medio ambiente, y otras más.

Avanzar hacia el desarrollo del país y el bienestar de la población demanda la mayor atención de las autoridades con la adopción de medidas estratégicas en el año entrante.

En el área de la economía, el año que termina no ha sido bueno. El país ha tenido un crecimiento reducido, lo que es adverso al objetivo superior de crear empleos productivos y reducir la pobreza. Se precisa hacer grandes esfuerzos para no caer en la trampa del ingreso medio. Por eso, uno de los grandes desafíos para 2024 será impulsar el crecimiento económico, de forma tal que se pueda crecer por lo menos al 5%.

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De cara a enfrentar la desigualdad social será esencial reforzar la implementación de políticas que fomenten la inclusión, mejoren la distribución de la riqueza y brinden oportunidades equitativas de acceso a los beneficios del desarrollo para todos los ciudadanos.

En el caso de la salud, en 2023 no se registraron avances importantes en la implementación de la atención primaria. Asimismo, los costos de la atención en salud son elevados, no parece existir un sistema de monitoreo y la inversión pública ha sido baja.

Desde que se presentó la pandemia del COVID-19, se ha puesto de manifiesto la necesidad de fortalecer el sistema de salud. La emergencia de enfermedades como el dengue, el cólera, la malaria, la leptospirosis, entre otras, llama la atención sobre lo perentorio que es invertir en infraestructuras médicas, mejorar la capacidad de respuesta a emergencias sanitarias y garantizar un acceso equitativo a la atención médica y las vacunas.

En cuanto a la educación, siguen persistiendo desafíos como la calidad educativa y la brecha en el acceso a la educación. Se requiere una revisión exhaustiva del sistema educativo para garantizar que los estudiantes adquieran habilidades relevantes para el siglo XXI y para abordar las disparidades en el acceso a la educación. Los recientes resultados de las pruebas internacionales de PISA ponen de manifiesto que dar un salto en la calidad del sistema educativo sigue representando uno de los mayores desafíos.

En lo relativo al tema institucional está sólidamente documentado que la transparencia en la administración pública, el fortalecimiento de las instituciones y la rendición de cuentas son elementos esenciales para construir una sociedad justa y eficiente. Existe una fuerte relación entre desarrollo económico y desarrollo institucional. Este constituye otro de los grandes desafíos que el país ha de seguir enfrentando en el 2024.

Un tema cada vez más preocupante y crítico es el relativo a la seguridad ciudadana. Tenemos desafíos relacionados con el crimen organizado, la violencia y el tráfico de drogas. El tema de la seguridad ciudadana constituye unas de las preocupaciones más sentidas por la población dominicana. Enfrentarlo implica fortalecer las instituciones de seguridad y promover estrategias integrales que aborden las causas subyacentes de la criminalidad.

Los acontecimientos que se produjeron en noviembre pasado, producto de la vaguada que afectó a todo el país, con lluvias que superaron los récords históricos por encima de los 400 milímetros, es una sólida evidencia de la alta exposición del país a los impactos del cambio climático, como huracanes y fenómenos meteorológicos extremos.

Si bien es cierto que República Dominicana no es un actor fundamental en la generación de gases de efecto invernadero, dada la magnitud global del cambio climático, resulta crucial implementar medidas para la mitigación y adaptación al cambio, así como promover prácticas sostenibles para preservar la biodiversidad y proteger los recursos naturales del país.

Enfrentar los desafíos antes mencionados demandará de un enfoque integral y el involucramiento de todos los sectores de la sociedad. El comportamiento histórico del país indica que tenemos el potencial de superar estos desafíos mediante la implementación de políticas efectivas, la participación ciudadana activa y el compromiso continuo con el desarrollo sostenible.

Son desafíos viejos y complejos, pero inevitables.