Por y para Santiago, mi ciudad natal, de la cual me siento orgulloso (3/3)
El desarrollo sostenible se ha convertido en una prioridad global y América Latina no es la excepción. A medida que la región busca avanzar hacia un futuro más equitativo y resiliente, es esencial abordar los desafíos ambientales, sociales y económicos de manera integrada.
América Latina alberga una rica biodiversidad y recursos naturales, pero también enfrenta amenazas significativas, como la deforestación, la contaminación y el cambio climático.
La educación de calidad es el factor clave para cerrar la brecha de habilidades y promover la movilidad social.
La economía de América Latina ha enfrentado fluctuaciones en los precios de las materias primas y crisis económicas periódicas. La diversificación económica, la inversión en innovación y la promoción de la industria y los servicios de alto valor agregado pueden fortalecer la resiliencia económica de la región, eliminando el consumismo y la gran burocratización que nos acoge.
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Además, la cooperación internacional y la inversión extranjera pueden desempeñar un papel importante en la promoción de un desarrollo sostenible y resiliente en América Latina.
El desarrollo sostenible requiere un enfoque integral que aborde los desafíos ambientales, sociales, económicos y tecnológicos de manera simultánea, este último agravado con el avance de la Inteligencia Artificial generativa. La región tiene la oportunidad de aprovechar su diversidad cultural y recursos naturales para construir un futuro más equitativo y resiliente. Sin embargo, esto requerirá un compromiso continuo tanto a nivel nacional como internacional, así como la cooperación entre gobiernos, empresas y la sociedad civil, para abordar los desafíos y aprovechar las oportunidades que se presentan en el horizonte.
Las perspectivas de desarrollo en América Latina son una mezcla de desafíos persistentes y oportunidades emergentes. Reiteramos que es fundamental superar la desigualdad, abordar la volatilidad económica y promover la innovación y la educación como claves para el éxito futuro de la región.
América Latina tiene el potencial de aprovechar su diversidad y recursos naturales para construir un futuro más próspero y sostenible.
Dentro de la visión de desarrollo de la Región, la República Dominicana es uno de los países con mejores perspectivas.
Según el FMI en 40 años podríamos convertirnos en una Nación Desarrollada. Sin embargo, desde mi óptica, entiendo que se puede lograr en un tiempo mucho menor, sobre todo si se toman las acciones necesarias para convertirnos en una nación de combatientes, desarrollando Agentes de Cambio y Transformación e incluirlos en las bases fundamentales de un desarrollo sostenible y constante.
¿Por qué? Porque nuestro país tiene componentes altamente positivos: 1. Un nivel alto de capital humano per cápita, 2. Ubicación estratégica en un momento de reducción de la Globalización que fortalecen las proximidades geográficas. En América Latina hay dos países que podrían beneficiarse con las inversiones y acciones adecuadas. Para la Costa Oeste de Estados Unidos está México y para la Costa Este (con más de 120 millones de consumidores reales) la República Dominicana.