En nuestro artículo anterior, hicimos una aproximación sobre la relevancia del profesional de los negocios internacionales, a propósito del lanzamiento de la Asociación de Profesionales de Negocios Internacionales y Afines (ADOPNIA). En esta oportunidad traemos una reflexión sobre los desafíos que se tienen para esta rama profesional y su aplicación para la República Dominicana. Entendemos que, a pesar de ser desde lo evidente, es un reto en sí mismo que concentremos los esfuerzos y acciones, tanto desde el sector público como el privado.
Transformación y el macroentorno
La velocidad de los procesos internacionales, el dinamismo de las transacciones comerciales y la implementación de políticas públicas “de ruptura”, demandan esfuerzos mayúsculos de consistencia, eficiencia y enfoque en la calidad y cumplimiento de los compromisos de negocios y de política internacional.
A lo anterior, se suma el desafío que tenemos y que permanecerá en algún horizonte de tiempo, la gestión de una economía cada vez más grande, mucho más abierta, extraordinariamente más dinámica y por definición, tendente a ser más compleja.
Esta realidad de coyuntura y de transformación estructural de los negocios internacionales llevan a un proceso complejo de formación de los profesionales vinculados a esta disciplina, llevando a una demanda formativa holística e integral a nivel de grado. Pero al mismo tiempo con un requerimiento intencionado de especialización y enfoque profesional.
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Un nuevo sendero empresarial
El éxito de las empresas en su proceso de internacionalización, está signado por su capacidad de respuesta al mundo. Dicha respuesta cruza por su capacidad de generar o aprovechar esfuerzos de inteligencia de mercados, que les permita conocer la realidad de su negocio (business intelligence), la dinámica del entorno industrial o sectorial (competitive intelligence) y los gustos y preferencias del consumidor en el exterior (market research). Cualquier esfuerzo en este sentido, no hay forma de exagerarlo.
De la mano con lo anterior, están referidas el uso y aprovechamiento de las tecnologías de la información y la comunicación, como centro de la gestión. Para esto se requiere un cambio cultural, una mirada a la batería de herramientas digitales existentes, para generación y procesamiento de datos e informaciones, entre otras oportunidades. En esta línea, conecta la importancia en crecimiento de las exportaciones de servicios como acelerador del comercio, siendo un tema que se va posicionando cada vez más en la agenda público-privada.
En esta dinámica, son las PYMEs internacionalizadas o en proceso, las que más atención deberían prestar, para reducir los costos de información, aprovechar los bienes públicos generados por diferentes entidades y estar atentos a las externalidades positivas que se derivan de la dinámica económica nacional e internacional.
Ingeniería del comercio y lo operativo
La ruptura o fragilidad evidenciada en cadenas de suministro, derivado de covid-19, de hechos aislados, pero con repercusiones globales, así como de conflictos y otros sucesos en el mundo, nos ponen en un desafío permanente. Re-brotan conceptos como el nearshoring, que genera la ambición de atraer empresas que buscan nuevas localidades cercanas a mercados de consumo. Esto requiere de tácticas y estrategias desafiantes.
Adicionalmente, los esfuerzos de República Dominicana por fortalecer su condición de Hub Logístico, y todas las iniciativas que caminan de forma paralela, develan un importante desafío, que nos hace reflexionar sobre la necesidad de recursos humanos de manera oportuna y de forma muy particular el garantizar la sostenibilidad en el tiempo.
El Estado y las garantías el largo plazo.
Refrescar lo evidente, es muchas veces un ejercicio saludable para los “stakeholders”. Especialmente cuando ha sido destacado basado en evidencia y múltiples veces indicado por organismos internacionales y profesionales de larga trayectoria. Nos referimos al desafío de la coordinación, la articulación y la sinergia interinstitucional, que no tiene límites. Esto sumado a la relevancia de continuidad de las políticas públicas en el marco de esa necesaria visión de largo plazo.
Finalmente, un desafío transcendental es el referido a la importancia de seguir impulsando acciones de políticas que tengan la mirada en la vinculación del comercio y el desarrollo, además de una mirada en acciones “novedosas” “mundo necesarias” como el comercio verde, entre otros desafíos del presente, para el futuro que centren la diana en la humanidad.