En el vibrante tejido de la educación superior en el país, los rectores universitarios desempeñan un papel crucial como líderes visionarios, forjadores del futuro y guardianes del conocimiento. En un esfuerzo por entender más profundamente la panorámica educativa del país y explorar vías para su mejora continua, el periódico HOY presenta una serie dedicada a dar voz a estos distinguidos líderes.
El doctor Julio Sánchez Maríñez, rector del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC), comparte acciones fundamentales para garantizar que la educación superior sea moderna, relevante y contribuya de manera efectiva al desarrollo socioeconómico del país.
Mira con optimismo la situación de la educación superior dominicana. “Creo que ha habido avances significativos en la educación superior dominicana, especialmente en el acceso y la proliferación de instituciones. Sin embargo, existe una desconexión entre la oferta educativa y las necesidades del país y el sector productivo”.
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Le preocupa que la mayoría de la matrícula se concentra en áreas como negocios, humanidades, educación y salud, mientras que hay una carencia significativa en ciencias, ingeniería y tecnología.
Su inquietud se cimenta en que esto no se alinea con las demandas del desarrollo nacional y las necesidades del mercado laboral, lo que resulta en una falta de profesionales en campos críticos para el país, como la ingeniería y la tecnología.
Habla desde la experiencia de años de ejercicio educativo cuando dice que otro aspecto crucial es el aseguramiento de la calidad. Consciente de que se están realizando esfuerzos para mejorar, estima que todavía hay un camino por recorrer en términos de acreditación y garantizar que los programas educativos cumplan con estándares internacionales.
Para el rector esto es fundamental en un mundo globalizado donde los profesionales dominicanos compiten a nivel internacional.
Garantizar eficiencia
Destaca la necesidad imperante de garantizar la eficiencia del sistema educativo universitario. Para él, la eficiencia no solo se refiere a las tasas de graduación, sino también a la rapidez con la que los estudiantes completan sus estudios dentro del período establecido. Se preocupa especialmente por la alarmante tasa de deserción, que según sus estimaciones alcanza hasta un 50%, lo que requiere atención urgente.
Resalta la importancia de mejorar las estadísticas para fundamentar políticas públicas en evidencia sólida. Reconoce que los datos disponibles, aunque basados en informes del Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (Mesyct), carecen de actualización, lo que dificulta abordar adecuadamente las problemáticas actuales.
Destaca aspectos principales que necesita la educación superior para ser más eficiente y moderna y considera varias formas de abordar esto. Primero, estima crucial establecer un diálogo cercano con las empresas para comprender sus necesidades y ajustar los programas educativos en consecuencia.
El Intec conformó los comités consultivos, integrados por empleadores que asesoran sobre las carreras y programas de estudio. “Son comités integrados por egresados, empleadores y reguladores cuando los hay en la industria, por ejemplo en la industria eléctrica está la Superintendencia de Electricidad, para mencionar sólo un caso de regulador, que asesoran nuestras carreras y en algunos casos asesoran a los decanos y no a una carrera sino toda una facultad o todo un área”.
Eso y realizar ajustes continuos en los programas de estudio y en las metodologías de enseñanza para incorporar tecnologías emergentes, como la realidad virtual y aumentada, son sus apuestas.
Los estudiantes del alma máter que encabeza se benefician, con grandes logros y aportes, de dos laboratorios de vanguardia, el Therrestra y el Laboratorio de Realidad Extendida.
También cita como fundamental invertir en el desarrollo profesional del cuerpo docente, para que esté al tanto de los avances tecnológicos y puedan enseñar de manera efectiva.
Alianzas Estratégicas
Para fortalecer el vínculo universidad-empresa estima clave abrir la universidad a la consulta con las empresas y buscar proyectos comunes que beneficien a ambas partes. “En Intec, hemos desarrollado varios laboratorios en colaboración con empresas, lo que nos permite ajustar la formación de nuestros estudiantes a las necesidades del mercado laboral”.
Su propuesta es más ambiciosa cuando propone establecer alianzas estratégicas entre el Gobierno, las empresas y las universidades para identificar y abordar las necesidades del sector empresarial.
Educación Asequible
El intelectual argumenta que la educación de calidad puede ser costosa, pero es crucial para el desarrollo del país. Sin embargo, asegura que el costo de la educación superior en la República Dominicana es relativamente bajo en comparación con otros países de la región.
Está convencido de la importancia de buscar formas de hacer que la educación sea más accesible, como el establecimiento de un sistema de crédito educativo con períodos de gracia subsidiados. Esto permitiría a más estudiantes acceder a la educación superior sin incurrir en una deuda abrumadora.
Considera crucial la calidad y relevancia de la educación que ofrecen las universidades, independientemente de cuantas sean.
Sostiene que deben alinearse con las necesidades del país y el mercado laboral para garantizar que estén preparando a los estudiantes para enfrentar los desafíos del mundo real.
Plantea que en lugar de aumentar el número de universidades, el enfoque debería ser mejorar la calidad y la pertinencia de la educación superior en la República Dominicana.
El doctor Sánchez Maríñez argumenta que la cantidad de universidades no es el problema principal, sino más bien la falta de diversificación y correspondencia de la oferta educativa con las necesidades específicas de cada región del país.
Destaca la importancia de que las universidades se adapten a las demandas locales y ofrezcan programas educativos que impulsen el desarrollo regional.