SAN CRISTÓBAL. Luego de ser devastados por la extracción de materiales para la industria de la construcción, los ríos Nigua y Yubaso son ahora reservorio de basura.
El cabildo local ni el Ministerio de Medio Ambiente han logrado impedir que decenas de personas arrojen carretas de desperdicios a las fuentes acuíferas, incluso algunos procedentes de dos industrias.
La denuncia la hizo el profesor Luis Casilla, presidente de la Fundación en Población Educación y Medio Ambiente (FEPMA), quien atribuyó esta problemática a la falta de políticas claras por parte del Ayuntamiento de San Cristóbal, que paga cerca de 100 millones a una compañía privada por la recogida de los desechos, pero el servicio es deficiente y se notan en diversos puntos de la ciudad micro vertederos.
Casilla dijo que además de la deficiencia de las autoridades municipales y medioambientales está la falta de conciencia de un segmento importante de la población.
«Garantizar la limpieza de la ciudad debe ser una responsabilidad de todos, y esto debe incluir una campaña de concientización por parte del gobierno local”, aseguró Casilla.
Interrogado al respecto, el alcalde Nelson Guillén dijo que se tomarán medidas contra los carretilleros que arrojan desechos a los ríos y otros lugares no autorizados por el cabildo.
Asimismo indicó que estos métodos serán desmantelados.
Mientras que el director provincial de Medio Ambiente, Miguel Ángel Brea, aseguró que la entidad que él dirige lleva a cabo una batalla campal contra los desaprensivos que quieren convertir en un gigantesco vertedero los ríos Nigua y Yubaso, y que se reforzarán los controles.