Los niños nacen con capacidades y habilidades, está en los padres ayudar a potencializar y maximizar las destrezas con la que fueron dotados sus hijos, mediante la estimulación temprana.
La estimulación se puede realizar desde el periodo de gestación, a través de ejercicios prenatales. Los padres se pueden comunicar y jugar con su bebe estando en el útero, ayudándolos a prepararse para su nueva vida.
Durante el segundo y tercer trimestre de gestación el feto puede escuchar, el oído es de las primeras áreas sensoriales en desarrollarse, a partir de la 16 semana el feto pude percibir luces brillantes.
Aun en el vientre los padres pueden estimular la criatura con ejercicios: como acariciar la barriga de la madre con las palmas de la mano, en este ejercicio es recomendable responder a sus pataditas presionando suavemente donde surge el movimiento, es una forma de comunicación que la criatura recibe con agrado.
Durante esta etapa también es importante hablarle, manifestarle su amor, sus anhelos acerca de su llegada. Es recomendable ponerle música con audífonos especiales, bailar suave y lentamente al ritmo de la música.
Estas estimulaciones, acompañadas sobre todo de un clima de paz,tranquilidad para la familia ayudaran directamente en el buen desarrollo de las capacidades emocionales y sensoriales del bebe, pero sobre todo crea y fomenta un vínculo afectivo entre padres e hijos.
La estimulación temprana consiste en proporcionar al niño las mejores oportunidades de desarrollo cognitiva, físico y emocional, aprovechando al máximo sus capacidades físicas y mentales, atreves de actividades lúdicas y divertidas. Desde su nacimiento hasta los seis años que es cuando se desarrolla la estructura del pensamiento y personalidad con la intención de que desarrolle su autonomía e independencia, así como sus capacidades psicomotoras, habilidades cognitivas, destrezas sensoriales y del lenguaje.
Hoy en día, la neuropsicología ha demostrado como la estimulación temprana puede incrementar las habilidades cognitiva de nuestros hijos, sabemos que para garantizar un mejor desarrollo de nuestros infantes debemos proporcionar mejores oportunidades de desarrollo a través de actividades que maximicen el área motora gruesa, motora fina, lenguaje, área socio emocional, desarrollo fisco y cognitivo.
Es importante reconocer que cada niño tiene su ritmo particular, por ende, debemos ser pacientes, no presionar, mucho menos compararlo con otro infante. cada niño es único.
Dentro del área importante a estimular esta la motricidad gruesa y fina con el objetivo principal desarrollar los músculos y coordinación de movimiento, también el lenguaje que es importante para desarrollar la habilidad de comunicación y poder expresarse. Es fundamental estimular el área cognitiva o funciones ejecutivas para desarrollar el intelecto y área socioemocional para desarrollar destrezas de interacción con su entorno.
Hay muchos ejercicios que los padres pueden realizar para ayudar al buen desarrollo de sus hijos, desde masajear con una crema o aceite para bebe el cuerpo, ofrecerle juguetes de colores llamativos, colocar un dedo en la palma de la mano para que el niño la cierre o colocar espejo especial para bebé, llamar al niño por su nombre, hablarle claro, colorear, “chinchetear”.
El objetivo principal es aprovechar la plasticidad cerebral que es mayor en la primera infancia, recordando que para que estos ejercicios sean efectivos y den resultados se deben realizar con frecuencia de forma sistemática y estructurada, convirtiéndose en una rutina del día al día. Por ende, el auge de los centros de estimulación temprana que vienen a suplir esta necesidad de desarrollo en nuestros infantes en un mundo moderno donde padres y madres salimos a trabajar.La autora es psicóloga y educadora, directora y fundadora de MLC SCHOOL Twiter: @MLC_Schoolrd @SVirginiaP Instagram: @pardillavirginia.