Virginia Pardilla 
Virginia Pardilla
Por: Virginia Pardilla
El estrés generado por el afán del día a día nos va cargando de emociones displacenteras, que de manera paulatina nos abruman la mente y van llenando nuestro cuerpo de energía negativa, hasta lacerarnos el alma. Por eso debemos aprender cuanto antes a soltar esa carga emocional negativa.
Es por lo antes descrito que hoy he decidido ofrecerte algunas herramientas para desintoxicar la mente, del estrés, el agotamiento físico, la ansiedad, así como también de la rutina y el cansancio generado por hacer siempre lo mismo.
Los elevados niveles de estrés y ansiedad nos generan un cansancio mental que va intoxicándonos el cuerpo y la mente. Es normal sentir emociones diplacenteras o negativas como rabia, ira y enojo; pero debemos aprender a manejarlas y a liberar nuestros corazones de los efectos que éstas pudieran provocar, para no ir por la vida cargando con esa mochila emocional que a veces pesa más de lo que podemos soportar.
Muchas veces pasamos por situaciones muy difíciles que nos marcan y que nos dejan huellas negativas en el alma, escapar a las emociones negativas que estas nos provocan, no suele ser sencillo. En ocasiones las toxinas no solo se encuentran en el cuerpo o en el aire, sino también en nuestra mente y contaminan nuestros pensamientos con actitudes negativas, generadas por recuerdos frustrantes y/o experiencias lacerantes.
El equilibrio emocional, una correcta relación de paz, tranquilidad y un buen cuidado de nuestra mente es la clave para alcanzar la tan anhelada felicidad. Eso sí, sin descuidar jamás nuestro cuerpo físico.
Como desintoxicar el alma
- Respira profundamente y en cada respiración trata de eliminar emociones que te laceren.
- Reduce o elimina las actividades que te causan estrés.
- Reconoce las personas que afectan tu estado anímico.
- Aléjate de los vampiros emocionales.
- Piensa en positivo y elimina actitudes negativas.
- Realiza ejercicio de meditación.
- Dedica unos minutos al día para reflexionar y para desconectarte.
- Bájale un poco a la vida acelerada que llevas.
- Aprende a sentirte bien contigo mismo.
- Lee un buen libro.
- Da un paseo al aire libre.
- Escucha una música que te guste y te ayude a relajarte.
- Cuida tu entorno.
- Desconéctate por un tiempo de las redes sociales y de las malas noticias.
- Pon tus pensamientos en orden.
- Escribe tus emociones.
- Disfruta cada momento como si fuera el último.
- Aprende a enfrentar los problemas, piensa que siempre habrá solución.
- Haz una pausa en tu día a día y libérate de pensamientos que te afecten.
- Ten cuidado de tus propias ideas, a veces nos intoxicamos con nuestros propios pensamientos.
- Aléjate de las críticas y evita criticar.
- Suelta las tensiones.
