Marcadas las 11:45 de la mañana, en medio de un soleado cielo y brisa fresca, hacia su entrada el féretro con los restos del neurólogo y escritor José Silié Ruiz, quien era esperado por familiares y amigos para darle cristiana sepultura en el cementerio de la avenida Máximo Gómez.
A su llegada, el silencio permaneció por varios minutos, mientras amigos entrañables del doctor cargaban el ataúd para ingresarlo en la tumba, sin dilación, sus hijos se consolaban en los brazos de su madre, quienes aún no asimilaban la partida del que definieron como la piedra angular de la familia.
El canto de Ave María no se hizo esperar, entre lágrimas fue realizado por una de sus pacientes quien al culminar, agradeció la entrega y amor del doctor por dedicar su vida para sanar a las personas.
Al finalizar, Julio César Castaños Guzmán, expresidente de la Junta Central Electoral (JCE), mostró un artículo publicado en el periódico Hoy del 8 de mayo del 2007, sobre la designación del nombre del destacado médico a la biblioteca de la entidad, definiendo a Silié como un compañero ilustre y profesional pulcro, el cual con su verbo limpio deja un gran vacío en la sociedad.
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“Hoy es un día triste, pero esperanzado, muchos de ustedes saben, porque lo han tratado, que es muy difícil el no quererlo o por lo menos no respetarlo, se da a querer, al parecer le enseñaron a amar desde temprana edad y con su hermosa sonrisa cautiva a todos los que trata y por eso con mucha nostalgia enseño el recorte, el cual lo tenía guardado en un cajón de una de mis oficinas para compartirlo con todos ustedes”, manifestó desconsolado Castaños.
Abrazados frente a la tumba, la familia Silié Ruiz agradecido a todas las personas, amigos y pacientes que acompañaron a la familia en medio del dolor hasta el campo santo, en donde Omar Silié Ruiz, hijo del prominente doctor, compartió anécdotas de su padre con los presentes, no obstante catalogó la perdida como irreparable para la sociedad y sus allegados.
“Nuestro padre tenía un corazón enorme, ayudaba a todos sin importar a quien, colocaba la necesidad de los demás ante que los tuyos, no hay forma de sentir el gran vacío que nos dejas, ten siempre la seguridad de que tus enseñanzas y consejos serán practicados por tus hijos y tus nietos, en el más allá se te inflara el pecho de orgullo al ver como seguimos tu ejemplo. Te adelantaste viejo querido, ¿y ahora?, con quien nos tomaremos los domingos nuestras copas de vinos y tendremos diálogos de nuestros afanes de la semana, esto duele pero no tenemos otra alternativa de aceptar tu partida”. expresó en medio del llanto.
Por su trayectoria y ejercicio profesional, Silié fue reconocido como Padre de la Medicina Dominicana.