Cornelia Margarita Torres dijo que hoy día es importante puntualizar las causas y consecuencias del Movimiento Cívico, que el 23 de febrero de 1930, abrió camino al ascenso al poder de Rafael Leonidas Trujillo Molina, cuyo régimen, desde el inicio, eliminaba a los opositores y se consolidó por la compra de voluntades con una fortuna engrosada en base a la malversación de fondos del Ejército Nacional.
Quien fuera productora del programa de investigación histórica “Somos así y así somos”, señaló que en la presente coyuntura es propicio desmenuzar la dictadura trujillista, sobre la cual abundan documentos y testimonios fiables, que desdicen los inventos y leyendas en torno a una presunta honradez en el manejo de la cosa pública y la defensa de la soberanía nacional en contra de la invasión pacífica de los haitianos.
Explicó que la fortuna original de Trujillo fue producto de la malversación de fondos públicos, utilizando en provecho propio las compras de suministros y las contrataciones de servicios del Ejército Nacional, hecho documentado en 1927, cuando el presupuesto de la institución cerró con un déficit que el brigadier Trujillo no pudo explicar, y en 1929, cuando un estudio administrativo-financiero de una comisión de los Estados Unidos contratada a los fines de modernizar distintos departamentos del Estado, notificó al presidente Horacio Vásquez las prácticas corruptas del jefe del Ejército Nacional, sin que el presidente hiciese nada y dejara impune a quien terminaría por derrocarle.
Cornelia invita a conocer las causas y consecuencias del Movimiento Cívico, iniciado en Santiago un día como hoy en 1930. “Trujillo utilizaba a la gente en su provecho y cuando ya no le eran útiles los desechaba como basura y si se le resistían: los mataba. Fue así desde siempre. Su falta de escrúpulo le ayudaría a ganar la confianza y simpatía del mando de las fuerzas de ocupación de los Estados Unidos, con el cual ningún dominicano horado se prestaba a colaborar”.
La productora de televisión definió de escandaloso el presunto patriotismo de Trujillo defendiendo la soberanía con respecto a Haití, cuando por su culpa es que en foros internacionales a nuestra patria se la señala como paria. “Nos tildan de criminales, en torno a un asunto que Trujillo solventó con una paga aceptada como buena y válida por el Gobierno Haitiano. Trujillo tenía ascendencia haitiana y quizás acomplejado por ello, no tuvo escrúpulos en asesinar a 18 mil personas de su propia sangre, movido por un racismo enfermizo, recogido en muchas de sus expresiones coloquiales, incluso en su afán de traernos grupos de inmigrantes europeos que habrían de mejorar nuestra raza”.
Recordó que en su programa de televisión entrevistó a un valet del dictador, quien por muchos años le preparaba el baño y la ropa cada mañana, y este narró el afán del dictador en lucir blanco y rozagante, al extremo de que cada día, se frotaba hielo en la cara antes de salir de casa”.