El Gobierno dominicano dedica grandes esfuerzos y recursos con el propósito de mejorar la productividad y calidad en las micro, pequeñas y medianas empresas del país, de modo que puedan competir en en mercado que el libre comercio ha hecho cada vez más participativo y exigente.
Para esos fines, el Gobierno trabaja en la implementación del programa Compite Mipyme, dirigido a optimizar la capacidad de las empresas e inducir procesos de calidad y de responsabilidad social de las mismas, a través de la incorporación de nuevas tecnologías, reingeniería de procesos y la implantación de sistemas de certificación y de competencia laboral.
Estos planteamientos fueron hechos por el licenciado Marcelo Puello, viceministro de Industria y Comercio, en la III Reunión Ministerial Caminos a la Prosperidad de las Américas, que tuvo lugar recientemente en San José, Costa Rica. Puello representó en ese evento al ministro de Industria y Comercio, licenciado José Ramón Fadul.
Puello dijo que la expansión y desarrollo del mercado internacional nos está demandando la implementación de una industria basada en la mentefactura, la promoción de la innovación y el desarrollo tecnológico, así como de una mano de obra cuya preparación sea nueva fuente de ventajas competitivas.
La vigencia del DR-CAFTA y la intensificación de la competencia asiática y centroamericana en los principales mercados de exportación dominicanos, han colocado a las empresas de la industria local ante serios desafíos para sobrevivir ante la hipercompetencia global, tanto por su orientación preferente hacia el mercado interno como por su baja acumulación de los capitales de competitividad sistémica, indicó según una reseña del Dpto. de Información de la DICOEX.
Por medio del programa Compite Mipyme, el Gobierno dominicano procura vencer las debilidades de las mipymes, que ven limitada su capacidad de competencia por cuestiones relacionadas con los procesos de control de calidad, nivel de capacitación y especialización de los trabajadores, el ineficiente desarrollo de habilidades gerenciales y la débil aplicación de métodos modernos de administración, explicó Puello.
Marcelo Puello afirmó que el país ha ido avanzando de manera significativa en estos propósitos después de la implementación del Plan Nacional de Competitividad Sistémica (PNCS), que ha permitido desarrollar una nueva cultura empresarial enfocada al trabajo de los sectores productivos, vía la integración de clusters competitivos en sectores prioritarios.
Es así como el Consejo Nacional de Competitividad ha venido promoviendo una red nacional de clusters en el sector industrial, como son los de textil, confección y calzado; en el sector de agronegocios, como es el caso del banano, mango, aguacate y tabaco; en el sector turístico y en la industria de la construcción, sostuvo.
Para tales propósitos los empresarios dominicanos, en coordinación con las instituciones públicas de apoyo a la producción, están impulsando los Centros Empresariales de Articulación Productividad (CEAPS), que tienen por objeto integrar las cadenas productivas de valor de los conjuntos productivos prioritarios desde la innovación al abastecimiento de insumos, la producción, la logística y distribución y la comercialización, con el fin de fomentar el desarrollo competitivo de las empresas.
Con dicha iniciativa se suple una de las mayores deficiencias del modelo organizacional de las empresas dominicanas, que es el déficit del capital organizacional y el pobre trabajo que aún se desempeña, desde el punto de vista de la asociatividad.
Puello destacó que a raíz de los procesos de apertura e integración a los mercados internacionales, la República Dominicana ha venido experimentando cambios significativos también en su entorno legal e institucional.
Las principales transformaciones, en el contexto de la modernización estatal se verifican, en las áreas del clima de inversiones, facilitación de comercio y en los temas vinculados con la competitividad sistémica de la economía, expresó el viceministro de Industria y Comercio.
En este aspecto se ratifica el trato nacional que otorga la legislación dominicana a los inversionistas extranjeros, incluyendo una sección muy explícita sobre los mecanismos de solución de controversias entre inversionistas y el Estado.
De esto se deriva que la inversión extranjera directa en la República Dominicana a partir de la firma del DR-CAFTA en el 2004, ha pasado de US$909 millones en ese año, a un monto de US$1,698 millones en el año 2007.
Citó también la modernización y agilización de los procedimientos aduaneros, que han permitido una mayor transparencia en los mecanismos de operacionalización y control, y una reducción significativa en los tiempos de desaduanización.
Calificó como medidas de mayor impacto en esas transformaciones la autonomía presupuestaria, legal y administrativa de la Dirección General de Aduanas (DGA), la eliminación de la factura consular, el establecimiento del sistema de análisis de riesgo y la delimitación del tiempo máximo de desanualización de las mercancías, el cual debe ser menor de 24 horas, con lo cual se busca superar lo establecido por el DR-CAFTA (máximo 48 horas).
Dijo que el establecimiento de una cultura de competitividad es otro de los beneficios adquiridos, como consecuencia de los procesos de apertura e integración de la economía dominicana al resto del mundo, tanto desde el punto de vista de las instituciones públicas, como a nivel del empresariado nacional.
Destacó la relevancia que han tenido en estos procesos la promulgación el 4 de diciembre de 2007, de la Ley No. 392-07 de Competitividad e Innovación Industrial, y que crea el Centro de Desarrollo y Competitividad Industrial (PROINDUSTRIA).
De igual manera, la promulgación el 11 de diciembre del 2008, de la Ley General de Sociedades Comerciales y Empresas Individuales de Responsabilidad Limitada; La promulgación el 30 de diciembre del 2008, de la Ley No. 488-08 que establece un Régimen Regulatorio para el Desarrollo y Competitividad de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (MIPYMES), y la puesta a disposición del público del portal www.creatuempresa.gov.do, por medio del cual se disminuye el tiempo de constitución formal de una compañía, consolidando todo el proceso a unos cuantos clics de un ordenador.
En la III Reunión Ministerial Caminos a la Prosperidad de las Américas participaron representantes gubernamentales de Canadá, Estados Unidos, República Dominicana, Chile, Colombia, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Perú y Uruguay.