Los actos religiosos en el Día de Corpus Christi en la Zona Colonia y la Cátedral Primada de América. Foto HOY/ Pedro Sosa. Archivo.
Hoy se celebra en el país y otras partes del mundo el Día de Corpus Christi, festividad religiosa muy sonora, gracias a su importancia dentro del catolicismo, pero desconocida en cuanto a su esencia por la generalidad de los dominicanos que desarrollan su cotidianidad un tanto distante de esta religión.
Leyenda. De ahí a que, algunas personas crean en tradiciones populares sin tomar en cuenta que su pensamiento podría estar errado. Durante muchos años se ha vinculado la celebración del Corpus Christi con la leyenda de que un buey habló a su amo por no respetar este día de recogimiento.
Cuenta la leyenda que un campesino haciendo caso omiso a esta celebración cristiana salió a arar la tierra con su buey y que éste le habló, reprochándole que ni siquiera ese día lo dejaba descansar.
Origen. La celebración del Corpus Christi fue instituida por el propio Jesucristo la noche del Jueves Santo, mientras se encontraba junto a los doce discípulos en la Última Cena.
Luego de ahí, en todo el mundo, se han producido varios milagros eucarísticos, que han dado lugar a que este misterio sea celebrado por la iglesia.
Uno de los más famosos se produjo en 1264 cuando un sacerdote que celebraba la Santa Misa tuvo dudas de que la Consagración fuera algo real. Al momento de la Eucaristía vio salir de ella sangre de la que se fue empapando en seguida el corporal.
La venerada reliquia fue llevada en procesión a Orvieto el 19 de junio de 1264. Hoy se conservan los corporales donde se apoya el cáliz y la patena.
El papa Urbano IV, movido por el prodigio y a petición de varios obispos, hace que se extienda la fiesta del Corpus Christi a toda la iglesia por medio de la bula Transiturus del 8 de septiembre del citado año.
Celebración. La Iglesia celebra la fiesta del Corpus Christi, y revive el misterio del Jueves Santo a la luz de la Resurrección. El Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo presente en el pan y el vino.
A semejanza del Jueves Santo se tendrá una procesión eucarística, con la que la Iglesia repite el éxodo de Jesús del Cenáculo al Monte de los Olivos.
La procesión del Jueves Santo acompaña a Jesús en su soledad, hacia el vía crucis. La procesión del Corpus Christi, por el contrario, responde simbólicamente al mandato del Resucitado: os precedo en Galilea. Id hasta los confines del mundo, llevad el Evangelio al mundo.
Con la Procesión, mostramos de forma visible nuestra fe en Jesús, quien recorre con nosotros nuestras vías para que sean sus vías, nuestros hogares.