SAN LUIS — En los inicios del béisbol profesional, las mujeres no eran vistas como seguidoras del juego, lo que resultó en la creación del Día de las Damas, una tradición que marcó la pauta para que las mujeres iniciaran una conexión con el deporte.
Los Browns de San Luis (ahora los Cardenales) fueron uno de los primeros equipos en establecer los Días de las Damas. Liderado por el presidente y dueño del equipo, Chris von der Ahe, el club designó partidos en los que las mujeres acompañados por un hombre entraban al estadio gratis desde 1883.
La idea de que las mujeres asistieran a un encuentro se propagó con el fin de crear un mejor ambiente para los aficionados.
«Al principio, pocos estaban de acuerdo con que las mujeres estuvieran en el estadio», expresó Timothy Wiles, uno de los autores de «Baseball’s Greatest Hit: The Story of ‘Take Me Out to the Ball Game'», publicación que conmemora una de las canciones más reconocidas en el béisbol norteamericano. «En parte era porque se bebía mucho, la gente era un poco grosera y se apostaba casi todo, desde los lanzamientos hasta los bateadores».
Para que hubiera un ambiente más positivo para las mujeres en el estadio, se tomaron mayores medidas, como la adición de baños separados para las mujeres, secciones especiales en las gradas para las mujeres y souvenirs como pañuelos y abanicos.
Sin embargo, en 1909, la Liga Nacional decidió prohibir el Día de las Damas. Esto probablemente fue porque los dueños de los equipos pensaban que había crecido el interés de las mujeres y que ellas comprarían por cuenta propia sus boletos para asistir sin acompañante.
«Creo que uno de los motivos fue por la popularidad de la canción que se lanzó en 1908, «Take Me Out to the Ball Game» (Llévame al Juego de Béisbol), indicó Paula Homan, directora y conservadora del Salón de la Fama y Museo de los Cardenales. «El tema se trataba de mujeres en los partidos acompañadas por sus enamorados y por eso la liga se dio cuenta de que las mujeres estaban dispuestas a comprar boletos para ir a los juegos».
En 1912, la dueña de los Cardenales, Helene Britton — la primera mujer a cargo de un equipo profesional de béisbol — decidió revivir el Día de las Damas para animar a las mujeres a asistir a los partidos. La propietaria hizo un pequeño cambio: Las aficionadas no debían estar acompañadas por un hombre. Otros equipos hicieron lo mismo en 1917.
Durante la historia del club, el Día de las Damas evolucionó para incluir eventos como clínicas de béisbol para mujeres en el Busch Memorial Stadium de 1966 a 1967. Las primeras 10,000 mujeres presentes en el evento de 1967 recibieron gorras de papel blanco con rojo y con el cardenal estampado. La asistencia para el evento superó las expectativas.
El impacto del Día de las Damas todavía se nota en la actualidad en el Busch Stadium con Noche de Damas y regalos especiales para las mujeres.
«Hoy en día sabemos que probablemente la cantidad de hombres y mujeres en el estadio es casi la misma y que son fanáticos inteligentes», indicó Homan. «Pienso que todos los esfuerzos durante el tiempo, que ahora son más de un siglo, han logrado que sea muy fácil para que las jóvenes estén bastante interesadas en el béisbol, disfruten venir al estadio y quien sabe, posiblemente algún día veamos mujeres jugando en las Grandes Ligas».