Los 18 de julio de cada año tienen un protagonista desde el año 2009 que fue instaurado por las Naciones Unidas el Día de Nelson Mandela. Un líder sudafricano que estuvo dedicado a la lucha y protección de los derechos humanos, la igualdad de género, la lucha contra la pobreza y fue el refugio de los niños y otros grupos indefensos.
Mandela, quien fue el primer presidente elegido de una Sudáfrica libre, fue un ente de fortaleza y consistencia en favor a la democracia y la paz mundial, y un ejemplo del popular refrán: «lo que no te mata, te hace mas fuerte».
Sobrevivió a 27 años en la cárcel con un trato inhumano y aún así optó por ser el libertador de su pueblo en una época donde el racismo era cruel y despiadado.
Cuando salió de prisión, Mandela no se sentó a lamentarse, se paró a devolverle la libertad a su pueblo y reconcilió a los africanos con el mundo.
El haber nacido en un entorno de segregación racial de injusticias y abusos lo convirtió un tenaz luchador en contra del apartheid (un sistema de segregación racial dónde la población blanca mantuvo privilegios políticos, económicos y sociales por encima de los otros), y fue el creador de un antes y un después.
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A continuación se presentan 10 frases inspiradoras de Nelson Mandela:
«La mayor gloria no es nunca caer, sino levantarse una vez que caemos».
«No se trata de cuántas veces te derriban, sino de cuántas veces te levantas».
«La valentía no es la ausencia de miedo, sino el triunfo sobre el».
«La verdadera prueba de nuestra devoción a la libertad radica en cómo tratamos a aquellos que son oprimidos».
«La reconciliación no significa olvidar, sino construir un futuro sin odio».
«La libertad no es solo liberarse de las cadenas, sino de vivir de una manera que respete y mejore la libertad de los demás».
«La paz no es solo la ausencia de conflicto, sino la presencia de justicia».
«La educación es la gran igualadora, la llave para abrir las puertas de la oportunidad».
«No hay camino fácil hacia la libertad; debemos luchar por ella».
«Nuestro miedo más profundo no es que seamos inadecuados. Nuestro miedo más profundo es que somos poderosos más allá de toda media».