Este 20 de noviembre es el Día Mundial de la Infancia. Esa fecha se adoptó porque ese día se aprobó la Convención sobre los Derechos del Niño, que este año cumple 35 años.
La Convención sobre los Derechos del Niño es el tratado internacional que de manera más amplia y rápida se ha ratificado de toda la historia, reconoce los derechos de todos los niños y niñas. República Dominicana ratificó los derechos de la infancia en 1991.
Si hay algo que tienen en común todos los niños y niñas del mundo, sin excepción, son sus derechos. Hayan nacido donde hayan nacido, tengan el color de piel que tengan y sea cual sea su condición económica, todos los niños y niñas del mundo tienen los mismos derechos.
Los derechos de la niñez son la brújula de UNICEF, no solo de su día a día, sino de todas las personas que trabajan por la infancia. Recordemos esos derechos:
Derecho a la vida
Cada niño tiene derecho a la vida. Es competencia de los gobiernos asegurar que los niños y niñas sobreviven, crecen y se desarrollan alcanzando su mayor potencial.
Derecho a la salud
Todos los niños y niñas tienen derecho a la salud. Durante su crecimiento y desarrollo deben disfrutar del nivel más alto posible y recibir atención médica siempre que lo necesiten. Los gobiernos que han ratificado la Convención tienen que trabajar para que esto sea una realidad.
Evitar la desigualdad en el acceso a una atención a la salud, fortaleciendo los sistemas universales de atención primaria, contribuye a reducir las muertes maternas e infantiles.
Derecho a la protección
La violencia, los malos tratos, la explotación, los abusos…. Son muchos los peligros que amenazan a los niños durante los años más importantes de su vida. El derecho a la protección es esencial para que puedan crecer lejos de estas situaciones.
Derecho a la educación
Todos los niños y niñas deben acceder a una educación de calidad que les permita desarrollarse física y debe facilitar el acceso a la secundaria y a la universidad.
mentalmente hasta el máximo de sus posibilidades. Para ello, la educación primaria debe ser gratuita y se Asegurar que las escuelas tienen una educación inclusiva, formar a los profesores y mejorar las instalaciones permite el acceso a niños y niñas con discapacidad a la educación, evitando el estigma y la discriminación.
Derecho a una identidad
Desde que nacen, el nombre de todos los niños y niñas debe ser inscrito en los registros oficiales. Si no consta en estos registros permanecerá invisible el resto de su vida, lo que dificulta la garantía del resto de sus derechos.
Derecho a una información de calidad
Los niños tienen derecho a obtener información de diversas fuentes, nacionales e internacionales, como Internet, la radio, la televisión y los periódicos. En este sentido, los medios de comunicación cumplen una importante función. Los adultos deben velar por que la información que reciben no sea perjudicial.
Los medios de comunicación y, especialmente, el entorno digital, desempeñan un papel cada vez más importante en la vida de niños y adolescentes. Los niños y niñas deben ser protegidos frente a información, a contenidos y actitudes dañinos para su desarrollo, pero también ellos mismos ven valiosas oportunidades para el acceso a la información, la educación, el ocio y la expresión de sus opiniones. e
Derecho al juego
Jugar, reír, soñar… Todos los niños tienen el derecho de seguir siendo niños durante toda su infancia. Por ello es muy importante que tengan tiempo y oportunidades para el ocio y las actividades culturales.
El juego y el ocio en los niños y las niñas es un elemento fundamental de su desarrollo y su socialización y por eso están reconocidos como derechos. El trabajo infantil, la carga excesiva de actividades educativas, la falta de espacios públicos o la comercialización de los espacios y los tiempos de ocio, limitan el ejercicio de estos derechos.
Derecho a expresar su opinión y ser escuchado
Los niños tienen mucho que decir, especialmente cuando se va a tomar una decisión que les afecta directamente. Por eso tienen todo el derecho a expresar libremente su opinión y ser escuchados.
Este derecho representa quizás la principal novedad de la Convención, el «derecho a la participación». Sitúa a los niños y niñas como sujetos activos en la defensa de sus derechos (de acuerdo con su edad y desarrollo), ya no son solo beneficiarios de protección. Este derecho además se entiende como un derecho individual y colectivo.
Derecho a la intimidad
Los niños y niñas tienen derecho a la vida privada. Las leyes deben proteger la privacidad de los niños, su familia, su domicilio, su correspondencia y su reputación frente a cualquier ataque o agresión.
Educar a los niños y niñas en el derecho a la privacidad y en proteger sus datos personales es responsabilidad de sus familias y de las administraciones. Los riesgos, especialmente en el contexto digital, son grandes y no son siempre evidentes para los niños, los padres o compañeros.
Derecho a asociarse
Los niños pueden formar grupos o unirse a ellos, siempre y cuando los fines sean pacíficos y respeten los derechos de las otras personas. La visibilidad pública y las oportunidades de establecer redes en el entorno digital también pueden apoyar el activismo dirigido por los niños y empoderarlos como defensores de los derechos humanos. Se debe promover de forma especial entre aquellos que se encuentran en situaciones de vulnerabilidad, para que puedan comunicarse entre sí, defender sus derechos y formar asociaciones.