El sexo oral es una práctica muy común entre parejas estables y parejas casuales, por lo que esta actividad íntima incluso tiene su propio día no oficial, el cual se celebra cada 6 de septiembre.
Diversas organizaciones estadounidenses como Planned Parenthood han adoptado esta fecha para darle difusión a la acción y a los hábitos en torno al sexo oral, el objetivo es que sea tanto saludable como disfrutable.
Y pese a que muchas personas eligen relaciones sexuales “sin coito”, como el sexo oral, la masturbación mutua y el sexo anal para evitar el embarazo y reducir el riesgo de ETS, los especialistas aseguran que si no se usa preservativo correctamente, en todos esos actos existe la posibilidad de transmitir o contagiar alguna patología.
Entre las más comunes -y de las que aumentaron exponencialmente los casos en los últimos años- son la sífilis y la gonorrea.
Sin embargo, el sexo oral sin protección también incrementa el riesgo de infecciones con el virus del papiloma humano (HPV), herpes, clamidia, hepatitis y amigdalitis gonocócica.
Las ETS más frecuentes producto del sexo oral sin protección
1- Sífilis
La sífilis es producida por una bacteria (Treponema Pallidum) y se transmite por relaciones sexuales (vaginales, anales u orales) sin preservativo con una persona infectada. También existe lo que se denomina transmisión vertical, que es la que ocurre de madre a hijo durante la gestación. Se diagnostica a partir de un análisis de sangre y se trata con un antibiótico (penicilina). Los síntomas aparecen 20 días después de que el virus entra al organismo y presenta varios estadios.
En el primario, se da la aparición de una úlcera indolora después del contacto de las bacterias con la piel de la persona contaminada. El paciente puede tener lesiones dentro de la boca, ya sea en la lengua o las mejillas. Estas lesiones se denominan “chancro duro”.
Cuando esto ocurre, la persona que tuvo sexo oral puede contaminar a su pareja incluso sin saber que estaba enferma.
La sífilis secundaria se caracteriza por síntomas más sistémicos y se produce unas semanas después de la contaminación del primer tipo. El individuo puede presentar manchas en la piel y llagas.
En el estadio terciario, los síntomas aparecen años después de la infección. Con un diagnóstico tardío existe el riesgo de que haya compromiso vascular y neurológico, insuficiencia cardíaca o un accidente cerebrovascular.
2- Amigdalitis gonocócica
Causada por bacterias gonocócicas, el mismo agente que la gonorrea, la infección causa secreción en las amígdalas y la garganta.
Es más común que se transmita a través del sexo oral, porque hay contacto directo de la boca con los genitales, algo que aumenta el riesgo de contagio. El diagnóstico se basa en los antecedentes de síntomas del paciente. Por lo general, se realiza un examen eliminando la secreción de la garganta para visualizar el microorganismo.
Dado que es un tipo de bacteria resistente, no todos los antibióticos tratan y curan el problema. Por lo tanto, es importante realizar una investigación exhaustiva para encontrar esta ITS.
3- Gonorrea
Es causada por la bacteria Neisseria gonorrhoea, que puede infectar los genitales, el recto y la garganta, siendo esta última la más grave de tratarse.
La gonorrea puede causar infertilidad y facilitar el contagio del virus del VIH. Y según advirtieron desde la Organización Mundial de la Salud (OMS), el sexo oral sin protección estaría contribuyendo a su contagio.
Esta enfermedad, cuyos síntomas a veces son difíciles de identificar, puede causar infertilidad y facilitar el contagio del virus del VIH/Sida.
El tratamiento de esta infección de transmisión sexual también es complicado y puede llevar mucho tiempo, ya que en algunos casos el cuerpo desarrolla una mayor resistencia a ciertos antibióticos.
4- HPV
Los virus de papiloma humano (VPH – o HPV por sus siglas en inglés) se transmiten principalmente por vía sexual y son muy comunes en todo el mundo.
Entre los más de 200 tipos de VPH que existen, algunos de ellos son causantes de ciertos tipos de cáncer, como el de cuello de útero, la cuarta causa más frecuente de cáncer en la mujer. Sin embargo, es una enfermedad que se puede prevenir y también curar, si se detecta a tiempo y se trata adecuadamente.
Se estima que más del 80% de las personas sexualmente activas adquirirán al menos un tipo de VPH en algún momento de su vida ya que es un virus de fácil transmisión a través del contacto piel con piel o durante las relaciones sexuales. Si bien el 90% de las infecciones desaparecen por sí solas en un período aproximado de dos años, las variantes de HPV 16 y 18 son causantes del 70% de los cánceres de cuello uterino.
Debido a que las variantes de alto riesgo no suelen generar síntomas en los estadíos tempranos de la infección, allí reside la importancia de un diagnóstico a tiempo.
La prevención es un factor clave. El uso correcto de los condones de látex reduce en gran medida el contagio, aunque no elimina por completo la posibilidad de contraer o propagar el VPH.
Las vacunas pueden proteger contra varios tipos del virus y brindan la mayor protección cuando se aplican antes de exponerse al virus. Esto significa que es mejor que se apliquen antes de que las personas se vuelvan sexualmente activas. En la Argentina la vacuna forma parte del Calendario Nacional de Inmunizaciones y se aplica de manera gratuita y obligatoria a los 11 años.
5- Herpes
Esta ITS es causada por un virus que se divide en los tipos 1 y 2.
En el primer caso, la aparición de “burbujas” es más común en la región oral. En el segundo, los síntomas pueden aparecer en la región genital.
La recurrencia del problema (con la aparición de lesiones en forma de ampollas y heridas), indica que la persona tiene una caída en la inmunidad y necesita someterse a pruebas para comprobar si hay falta de vitaminas u otros nutrientes.
Vale la pena recordar que la forma de transmisión también puede ser a través de otros medios que no sean sexuales, como los besos, el pincel de maquillaje, compartir objetos, y más. El tratamiento incluye el uso de ungüentos o comprimidos vía oral.
6- Clamidia
La infección por clamidia es una ETS común que puede infectar tanto a los hombres como a las mujeres. Puede causar daños graves y permanentes en el aparato reproductor de una mujer y hacer más difícil o imposible que quede embarazada en el futuro. La infección por clamidia también puede provocar un embarazo ectópico (embarazo que ocurre fuera del útero) que puede ser mortal.
Los datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) muestran que la mayoría de los casos ocurren en personas de entre 15 y 24 años.
Esta ITS también se puede transmitir a través del sexo oral, el riesgo aumenta cuando hay contacto con el esperma, ya que el semen puede tener una mayor carga viral del agente infeccioso.
7- Hepatitis
Las infecciones por hepatitis A, B y C son las principales causas de enfermedad hepática crónica, cirrosis hepática y carcinoma hepatocelular.
Sin embargo, la transmisión de la hepatitis A se produce a través de vías oral-fecales.
Es decir, es posible contraer la infección en el sexo oral y también mediante cualquier actividad sexual. Sin embargo, el más común es a través del ano.
En el tipo B, en tanto, la transmisión puede producirse debido a una lesión en la boca, contacto con el semen y el canal vaginal o anal.
El tratamiento incluye el uso de antivirales y también, cuando sea necesario, evitar el consumo de bebidas alcohólicas.
En el tipo C, existe un menor riesgo de contagio a través del sexo oral es menor, siendo más común mediante el manejo de objetos infectados como agujas, jeringas y otros elementos involucrados en el uso de drogas recreativas. El tratamiento es con antivirales.
En todos los casos, una de las formas más seguras de prevenir el contagio de estas enfermedades es mediante el uso de métodos de barrera -preservativo masculino y femenino-, los cuales evitan que la mucosa de la boca entre en contacto con los genitales, y viceversa.