Dialogar con Haití sin bajar la guardia

Dialogar con Haití sin bajar la guardia

Con un poder reducido con severidad por bandas que muestran superarlas en poder de fuego y dominio de territorio, las autoridades haitianas expresan disposición de restaurar mediante diálogo la confianza entre los dos países, un gesto que el presidente Luis Abinader dice agradecer sin animarse por ello a abrir el espacio aéreo común. Prefiere, con buenos motivos, acentuar la drasticidad de trato a partir, primeramente, de que Haití continúa en situación crítica y en permanente amenaza de caos hacia el este desde sus puntos limítrofes donde la ilegalidad tiene poca contención. Además de que no procedería retornar a la normalidad diplomática sin existir condiciones para reinstalar a la comisión mixta bilateral supuesta a dar vigencia a unas relaciones que -agregamos- fueron deterioradas por la contraparte haitiana. Se recuerda que en violación al Tratado de Paz y Amistad Perpetua y Arbitraje firmado en 1929 Haití construyó en el 2023 un canal sobre río Dajabón que nace en el territorio nacional habiéndose acordado tiempo antes dar un manejo sostenible al caudal que incluía no intervenirlo a nivel de la frontera.

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Aunque se trató de una hostilidad procedente de un gobierno anterior, por apego a la continuidad del Estado correspondía a los sucesores ceñirse a los compromisos del derecho que regula las relaciones internacionales y desagraviar a República Dominicana. Procede además exigir a quienes dicen representar la ley y el orden al otro lado de los límites soberanos un ejercicio de control sobre sus emigrantes ilegales desde su propio suelo -algo que jamás han hecho- lo cual, en el marco de toda relación binacional bien pactada supone una obligación de ambas partes; en la misma forma en que las autoridades dominicanas impiden con estricta regularidad de patrullajes marítimos y costeros los viajes ilegales al exterior y detectan el uso de documentos falsos en los puntos de salida de los aeropuertos nacionales. El grueso flujo de indocumentados patrocinado por mafias transfronterizas solo es combatido con relativo éxito de este lado de la isla. Donde más persiste desastrosamente el vacío de autoridad, en total perjuicio de República Dominicana, es en el margen territorial haitiano.

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