Casa Abierta deplora que las políticas públicas sobre drogas siguen profundizando la exclusión de las personas más vulnerables usuarias de sustancias, a las que se les violan sus derechos, enviándoles a prisión, o siendo víctimas de autoridades corrompidas que les extorsionan.
Además no prestan atención de salud a las personas con trastornos por uso de sustancias, dejando esta tarea a centros privados y a la buena voluntad de centros sociales de tratamientos muy débiles y con escasos recursos. Igual que se desconoce el uso del cannabis medicinal, en contra de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
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Así lo manifiesta Casa Abierta con motivo del 50 aniversario de su fundación, “acompañando a la sociedad dominicana, aplicando estrategias integrales para aportar a la reducción de la demanda de drogas”. La entidad señala que las políticas públicas están basadas en estigmas, estereotipos, mitos y discriminaciones, hacia las personas en consumo. “Estas miradas, del pasado siglo, sostienen la opresión, exclusión y malos tratos, a esta población, catalogada de delincuentes por la ley 50 -88 y sus operadores, que aplican acríticamente la mal llamada “guerra contra las drogas”, expresa Juan Radhamés de la Rosa Hidalgo, director ejecutivo Casa Abierta.
Agrega que “en este medio siglo de historia, hemos sido testigos de primera fila de políticas públicas sobre el uso de drogas, legales e ilegales, centradas en las sustancias. En ellas, lo esencial, que es el ser humano, solo se ve desde el aspecto represivo, a pesar de las recomendaciones en normativas y foros internacionales. Lamentó que ese período haya sido insuficiente para superar estas debilidades.