Dime con quien andas, y… Desde mi niñez -comenta Herminio-, recuerdo con mucho cariño y respeto a mi mamá –doña Esperanza León-, decirme siempre al oído ‘dime con quien andas, y te diré quién eres’, y yo siempre le recordaba lo que escuchaba en el seno de la familia; ‘dime de qué presumes, y te diré de qué careces’… Y, nuestros cabezas de familia jamás intentaron obligarnos a actuar como ellos querían… Solo utilizábamos nuestros oídos para captar sus mensajes codificados… Hoy, más que nunca valoro sus consejos… Da pena y vergüenza ajena enterarnos por la prensa escrita, por las redes, o…¡por radio bemba!, cómo jóvenes de todos los niveles económicos se ven envueltos en triquiñuelas que en nada les benefician –incluyendo en lo económico pues, eso se convertirá en pasajero-, y no calculas el cómo les estará inmediatamente afectando a sus descendientes y, por qué no, a sus progenitores”.
“Es que el significado del tan cacareado término ‘imagen’ –expresa Píndaro-, ha llegado a niveles tan bajos que el dinero y las ansias de poder les ciega, olvidando que hay una expresión que dice ‘alábate catre viejo, que pronto te caerás porque te vas a desarmar’… Es como si el uso de la creatividad esté siendo orientado por las sendas del poder ilimitado, al procurarse crear grandes pero débiles colchones económicos, ignorando adrede los límites del respeto por el interés colectivo… Si tú supieras, Herminio –recalca Píndaro a Herminio-, que nuestro país está cruzando el Niágara en bicicleta con el agravante de que, al no alcanzar bien los pedales, llega un momento que pareciera cambiar a un burro de montura… Y, es justo ahí que los amigos cercanos en lugar de dar la voz de alarma se escudan en lisonjas sin importarles salpicar el lodo sobre el que vienen transitando con su proceder de vida”.
“Lo más triste –para los que así se comportan-, es que están marcando un futuro muy incierto y, con ello –señala Herminio-, de paso, están arrastrando a muchos de los demás hacia el mismo derrotero… Quizás, alguien debiera recordarles que la imagen ‘se hace’… ¡Con ella no se nace, pues esa cualidad no se hereda!”.
“Y, ¿sabías, Herminio –exclama Píndaro-, que esto no solo se da en las familias, sino que se manifiesta en algunos segmentos institucionales no solo privados, sino también políticos?… ¡Una pena!… Mucha gente valiosa y con gran futuro en la dirección del país va a recibir, indefectiblemente, los embates de situaciones que hoy repercuten de forma negativa, públicamente… Lamentablemente, así como pasa en algunas familias, últimamente se quiere tapar el sol con un dedo, con una débil creencia de que se debe proteger a sectores tradicionalmente de poder, olvidando que los años han sepultado tradiciones… Pero todavía un gran segmento de la población exige se les explique el por qué de ciertas cosas… Lo más vergonzoso es que hay una parte de las nuevas generaciones que se dan el lujo de ser extremadamente flexibles, haciendo caso omiso a sus principios y orígenes en aras se preservar una falsa posición… La única solución es, ¡cortarlo de raíz!”.