A partir del estatismo global que padeció la Unión Soviética donde no se daba espacio al sector privado, lo que pudo responder tanto a una percepción dogmática de la interpretación del marxismo como a realidades objetivas. El modelo fue replicado por los países socialistas de la órbita de la URSS.
Sin embargo, el esquema chino, que siempre convivió con un sector privado de la economía, demuestra, con mucho éxito por demás, que la economía privada puede, y debe, jugar un rol en el desarrollo económico nacional.
Las autoridades acaban de publicar un proyecto de ley reforzando garantías para igualdad de trato y protección de las empresas del sector privado con plena participación y competencia en el mercado, mejorando su entorno de inversión y financiación además de apoyar sus innovaciones tecnológicas y reforzando la protección de intereses y derechos. La ley salvaguarda también los derechos legítimos de los empleados.
Legislación razonable y necesaria para un universo que comprende 180.45 millones de negocios hasta finales de mayo 2024, 96,4% del nudo empresarial nacional, según información gubernamental. En esencia el sector aglutina 55,18 millones de compañías privadas y 125,27 millones de negocios autónomos. En manufactura las empresas privadas representan el 96,1% del total; en el área de investigación científica y servicios técnicos la participación privada es 94,4%. Si en 2012 las empresas privadas sumaban 10,85 millones de unidades, apreciemos que para mediados de 2024 se han más que quintuplicado. Expresión de la dinámica que Xi Jinping ha inyectado en el sector desde su ascenso al poder, precisamente en 2012. Tal expansión se deriva de mejorías de condiciones comerciales y libertad para un mayor desarrollo del sector.
El peso macroeconómico del empresariado privado es vital: 50% de los ingresos fiscales, más de 60% de contribución al PIB nacional y aporta mas del 70% de las innovaciones tecnológicas. Absorbe mas del 80% del empleo urbano y abarca a mas del 90% de las unidades de mercado. La nueva ley concreta lo aprobado en la Tercera Sesión del XX Comité Central del Partido celebrado en julio para dar cabida al compromiso del desarrollo de un mercado de alta calidad con una reforma estructural de las empresas privadas apoyando el desarrollo sano y bien regulado del capital para fomentar empresas de calibre mundial.
El rol relevante del sector privado es una de las características del “socialismo con peculiaridades chinas”.